Highlights. Pasa un minuto de las 8 de la tarde cuando Fran se dispone a abrir la puerta de su garaje, para lo cual se inclina sobre su asiento en busca del mando de apertura. De repente su mano detiene su recorrido hacia el salpicadero y pasa a dirigirse hacia sus ojos con el fin de frotarlos, y es que el anfitrión no puede creer que haya no uno, sino dos ñass esperandole ya en el portal. Son Rubén y David, que continúan su proceso de mimetización no sólo llegando los dos antes de hora, sino sufriendo las mismas incidencias orangianas. Y si en semanas anteriores al ñass le habían enviado los de Orange el router a su casa, para luego decirle que no podían dar servicio en su domicilio, en ésta es el araña el que cuenta que a él le ha pasado exactamente lo mismo. Lo cuenta ante la presencia de Rubén y Fran, (Fidel no está y sí se le espera), y la de Regina Dos Santos, que resulta ser la primera imagen que le escupe la televisión al top one, lo que demuestra que la programación vespertina es un campo abonado a las curvas, o que el concepto SmartTV ha llegado al extremo de saber en qué está pensando el dueño del mando cuando enciende. Otros que amenizan la espera son Juanfran (con el baile robot) y Barral, versionando ambos a Camela en el vestuario del Levante, y optando a entrar en la categoría SuperHit. Sin embargo lo que todos están esperando es que suene el timbre de la casa y aparezca Fidel, algo que ocurre a las 20:30, y que se produce en forma huracanada. Porque viene con prisa y quiere terminar pronto y no le gusta que se pare el torneo para cenar y se quema con que no estén los mandos puestos y los que están puestos estén mal y también con que le pregunten el formato del torneo y con que haya una hoja que sea la rebaba de otra hoja anterior...todo ello en apenas cinco minutos, el tiempo que se tarda en sortear que Rubén y David irán juntos, y que su torneo consistirá en ganar el Mundial 98 con Francia. Aunque antes sufren los últimos coletazos del huracán Fidel, que les reprende por: estar mirando el fútbol en el móvil (David), y por ocupar más espacio de la cuenta en el sofá y "ahogarme con los cojines" (Rubén). Por suerte para ellos el primer partido es ante la débil Sudáfrica, y la quemazón fideliana pasa a ser para con los "negros flojos", incapaces de plantar un mínimo de emoción. Algo similar provocan los veloces jugadores de Arabia Saudí en el segundo encuentro, otra oportunidad para los comentarios xenófobos ("esto está lleno de moros"), y otro rival al que ganar aunque sufriendo más de la cuenta. Y es que pese al gol francés en el descuento de la primera mitad, Fidel hace justicia en la segunda, y sólo un error en la salida de balón da la victoria a los bleus, que sentencian en el descuento con otro gol de un ñass que lo ha marcado todo. En cualquier caso el nivel de juego rubendavidiano no está siendo precisamente maravilloso, tal y como queda demostrado ante unos daneses arios que no dan oportunidad al racismo, y tampoco a que haya goles en un igualado partido. En cualquier caso el objetivo de pasar se ha cumplido y es hora de cenar, salvo para un Fidel que desde el sofá dirige sus rajadas contra lo que tarda su hermano en prepararse para cenar, y contra su selección alimentaria (queso fresco y mermelada, y además juntos). Todo ello ante la mirada de un ñass que devora su sandwich, y de un inexpresivo David que espera que el anfitrión le pase un trozo de pan caliente con el que hacerse un bocata. El irreproducible dialogo de besugos entre ambos desemboca en tal lío entre Fran, su tostador, David, la sobrasada, y un Rubén que estaba por allí, que al final es el ñass el que acaba devorando sandiwch, pan y sobrasada, mientras que el araña aún no ha recibido el pan para su bocadillo. Quizá para compensarle, o para distraerle de cara al cuarto partido, el anfitrión le pone al señor Baños esa desgarradora versión de Bailar Pegados que el hombre demuestra saberse de memoria, aunque a quién anima de verdad es a Fidel y Fran. Eso sí, más que la parte de bailar, la que les anima es la parte de pegar. Y es que a falta de velocidad, los paraguayos ("lentos sudacas", para seguir con el nivel xenófobo) se dedican al juego duro de una forma que sólo se detiene durante el descanso, descanso que se prolonga, para quemazón de Fidel, por el visionado de la cagada (sic) de Lineker en el Mundial de Italia. La segunda mitad es más de lo mismo, Fran rebanando tobillos y alentando a su hermano ("mata, mata"), de tal forma que acaban con nueve y agradeciendo que su portero mantenga el 0-0 durante 119 minutos, llegando incluso a disponer en la última jugada de un mano a mano que es enviado al larguero por el anfitrión, un hombre del que se espera mucho en los penaltis. Concretamente muchos tiros al centro, después de las peripecias del día anterior con su mando. Pero no, en su primer disparo demuestra haber aprendido a tirar hacia los lados, y justo a continuación detiene el lanzamiento de David ¡sin percatarse de que llevaba él al portero!. Curiosamente es ese el único lanzamiento que no acaba en gol en toda la tanda, y así se llega a un último disparo en el que Fran tiene la oportunidad de acabar con los franceses, lo cual logra, irónicamente, por todo el centro.
jueves, 30 de enero de 2014
Highlights. Pasa un minuto de las 8 de la tarde cuando Fran se dispone a abrir la puerta de su garaje, para lo cual se inclina sobre su asiento en busca del mando de apertura. De repente su mano detiene su recorrido hacia el salpicadero y pasa a dirigirse hacia sus ojos con el fin de frotarlos, y es que el anfitrión no puede creer que haya no uno, sino dos ñass esperandole ya en el portal. Son Rubén y David, que continúan su proceso de mimetización no sólo llegando los dos antes de hora, sino sufriendo las mismas incidencias orangianas. Y si en semanas anteriores al ñass le habían enviado los de Orange el router a su casa, para luego decirle que no podían dar servicio en su domicilio, en ésta es el araña el que cuenta que a él le ha pasado exactamente lo mismo. Lo cuenta ante la presencia de Rubén y Fran, (Fidel no está y sí se le espera), y la de Regina Dos Santos, que resulta ser la primera imagen que le escupe la televisión al top one, lo que demuestra que la programación vespertina es un campo abonado a las curvas, o que el concepto SmartTV ha llegado al extremo de saber en qué está pensando el dueño del mando cuando enciende. Otros que amenizan la espera son Juanfran (con el baile robot) y Barral, versionando ambos a Camela en el vestuario del Levante, y optando a entrar en la categoría SuperHit. Sin embargo lo que todos están esperando es que suene el timbre de la casa y aparezca Fidel, algo que ocurre a las 20:30, y que se produce en forma huracanada. Porque viene con prisa y quiere terminar pronto y no le gusta que se pare el torneo para cenar y se quema con que no estén los mandos puestos y los que están puestos estén mal y también con que le pregunten el formato del torneo y con que haya una hoja que sea la rebaba de otra hoja anterior...todo ello en apenas cinco minutos, el tiempo que se tarda en sortear que Rubén y David irán juntos, y que su torneo consistirá en ganar el Mundial 98 con Francia. Aunque antes sufren los últimos coletazos del huracán Fidel, que les reprende por: estar mirando el fútbol en el móvil (David), y por ocupar más espacio de la cuenta en el sofá y "ahogarme con los cojines" (Rubén). Por suerte para ellos el primer partido es ante la débil Sudáfrica, y la quemazón fideliana pasa a ser para con los "negros flojos", incapaces de plantar un mínimo de emoción. Algo similar provocan los veloces jugadores de Arabia Saudí en el segundo encuentro, otra oportunidad para los comentarios xenófobos ("esto está lleno de moros"), y otro rival al que ganar aunque sufriendo más de la cuenta. Y es que pese al gol francés en el descuento de la primera mitad, Fidel hace justicia en la segunda, y sólo un error en la salida de balón da la victoria a los bleus, que sentencian en el descuento con otro gol de un ñass que lo ha marcado todo. En cualquier caso el nivel de juego rubendavidiano no está siendo precisamente maravilloso, tal y como queda demostrado ante unos daneses arios que no dan oportunidad al racismo, y tampoco a que haya goles en un igualado partido. En cualquier caso el objetivo de pasar se ha cumplido y es hora de cenar, salvo para un Fidel que desde el sofá dirige sus rajadas contra lo que tarda su hermano en prepararse para cenar, y contra su selección alimentaria (queso fresco y mermelada, y además juntos). Todo ello ante la mirada de un ñass que devora su sandwich, y de un inexpresivo David que espera que el anfitrión le pase un trozo de pan caliente con el que hacerse un bocata. El irreproducible dialogo de besugos entre ambos desemboca en tal lío entre Fran, su tostador, David, la sobrasada, y un Rubén que estaba por allí, que al final es el ñass el que acaba devorando sandiwch, pan y sobrasada, mientras que el araña aún no ha recibido el pan para su bocadillo. Quizá para compensarle, o para distraerle de cara al cuarto partido, el anfitrión le pone al señor Baños esa desgarradora versión de Bailar Pegados que el hombre demuestra saberse de memoria, aunque a quién anima de verdad es a Fidel y Fran. Eso sí, más que la parte de bailar, la que les anima es la parte de pegar. Y es que a falta de velocidad, los paraguayos ("lentos sudacas", para seguir con el nivel xenófobo) se dedican al juego duro de una forma que sólo se detiene durante el descanso, descanso que se prolonga, para quemazón de Fidel, por el visionado de la cagada (sic) de Lineker en el Mundial de Italia. La segunda mitad es más de lo mismo, Fran rebanando tobillos y alentando a su hermano ("mata, mata"), de tal forma que acaban con nueve y agradeciendo que su portero mantenga el 0-0 durante 119 minutos, llegando incluso a disponer en la última jugada de un mano a mano que es enviado al larguero por el anfitrión, un hombre del que se espera mucho en los penaltis. Concretamente muchos tiros al centro, después de las peripecias del día anterior con su mando. Pero no, en su primer disparo demuestra haber aprendido a tirar hacia los lados, y justo a continuación detiene el lanzamiento de David ¡sin percatarse de que llevaba él al portero!. Curiosamente es ese el único lanzamiento que no acaba en gol en toda la tanda, y así se llega a un último disparo en el que Fran tiene la oportunidad de acabar con los franceses, lo cual logra, irónicamente, por todo el centro.
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