sábado, 7 de diciembre de 2024
Highlights. Hay ocasiones en las que el protagonista de un cumpleaños no resulta ser la persona que celebra su onomástica. Que se lo digan a John Fitzgerald Kennedy, que quedó eclipsado en su aniversario por la actuación de Marilyn Monroe. O si nos venimos a España tenemos el caso de Benjamín, que se vio sorprendido en su celebración por la aparición de un Lopera que provocó que sus compañeros de equipo escaparan por las ventanas. O aún más cercano está ese cumpleaños del que lo más recordado no fue el hombre que soplaba velas, sino dos de los asistentes gritando Al-fre-do Al-fre-do hasta el paroxismo. En todos los casos hablamos de que son otras personas las que se convierten en lo más recordado de la celebración, pero lo que le sucedió a Fran en su cincuenta aniversario es más difícil de creer. Que un algo inanimado caído en un tejado se iba a convertir en protagonista del evento no sé le habría pasado por la imaginación en ningún momento, aunque lo que tampoco hubiera imaginado semanas atrás es que ese tejado iba a estar al lado de una casa de campo en la que el devorador de periódicos iba a estar pasando el puente de diciembre rodeado de ñass, y jugando al Pro hasta que se le salieran los ojos de las órbitas como tanto deseaba el Míguel aquella recordada tarde. Es esta una historia cuyo comienzo se produce en el mes de noviembre, cuando Fidel, a falta de una semana para que su hermano cumpla años, propone hacer una cena en Murcia el siguiente sábado noche como celebración. Todo el mundo da el visto bueno pero pasa un día, dos, tres, cuatro, y la cosa se mueve lo mismo que lo hará la del tejado. Hay que esperar hasta el viernes para que empiecen los debates sobre el lugar del evento. ¿Lo hacemos en casa de Fran?, ¿en un restaurante?, ¿os vale en terraza?, ¿preferís en interior?, ¿pero en El Palmar?, ¿vamos a Murcia?, ¿puede no ser por el centro?, ¿os gusta alguno por las afueras?, ¿elegimos mexicano?, ¿o italiano?, ¿os gusta vegetariano?, ¿mejor huertano?, ¿quizá asiático?. El día pasa con menos entendimiento que Marc Gasol en un anuncio de seguros, por lo que el sábado amanece sin haber tomado una decisión concreta. Lo peor es que en estas fechas empieza a haber mucha demanda, y restaurante al que se llama, restaurante que está ocupado, o no reservan, y si tienen mesa es para muy tarde. Además de todo esto Fran se va a comer con sus amigos y el marrón se va a quedar en manos principalmente de su hermano, que se ha puesto en modo tiracarros como cuando dijo aquello de 'cuando vengáis a mi casa no hace falta que traigáis comida'. Y es que el hombre ha afirmado esa mañana que él se va encargar de reservar en un restaurante que convenza a todos para que el cumpleañero tenga que cocinar menos que Tamara Falcó. Sin embargo a media tarde el medidor de sapos, después de llegar a la última página de TripAdvisor, es el que se convierte en Tamara, entonando el sssss…no, y admitiendo que la única opción es comprar cervezas, empanadillas, y alguna otra cosa, y llevarlas hasta el domicilio franciscano (rimas aquí). Un domicilio en el que no parece que vaya a estar el dueño, al haberse encontrado al llegar a la comida con sus amigos con una sorpresa digna de Lopetegui desmayándose. Y es que aquello era un cumpleaños sorpresa, algo que el resto de ñass tenían asumido que iba a ocurrir y que tocaría cenar tarde, de ahí que se lo tomen con la misma calma que Patxi Alonso. El primero en empezar a moverse es Fidel, que sale de Alicante a las 19:30 con destino al Mercadona palmareño mientras su hermano informa de que están con las copas y que va a tardar. Son las 20:00, de David no se sabe nada, y de Rubén que está en casa a la espera de instrucciones. Pasan holgadamente las 20:30 y Fidel se recorre los pasillos de Mercadona con desesperación, más aún cuando coge el móvil y lee mensajes como ‘estoy hecho un capitán araña, no llego antes de las 21:30’ (Fran), ‘decidme hora, ¿no tengo que comprar nada, verdad?’ (David) o ‘¿hago algo? Me estoy tocando los huevos desde las ocho’ (Rubén). Cualquier otro habría tirado el mando al suelo en esta situación o estaría llamando a Konami, pero el segundón agarra el carro (no solo el de la compra) y tira de él, habiendo resuelto la crisis cuando son ya las 21:00. David irá a la confitería a comprar lo que falta y Rubén saldrá para la sede palmareña, mientras Elsa y él preparan la mesa. Sin embargo surgen nuevos inconvenientes, como que su hermano diga que no llega antes de las diez, y que David no esté encontrando sitio para aparcar cuando son casi las 21:30. Llegados a este nivel de despropósito y de la selección y todo a la mierda, hubiera sido un buen momento para que cada uno de ellos hiciera un ejercicio de autoanálisis, de retrospección, e hiciera suyo el primer comentario que se escribió en esta página web allá por 2008. Un ‘yo soy un ñas, cati, definitivamente…’ que define toda una filosofía de vida, y que sigue vigente en este grupo por muchos años que pasen. Lo que también hubiera sido muy de pelicula emotiva es que justo en ese momento, mágicamente, hubiera aparecido un sitio para aparcar (que fue lo que ocurrió) y que se retiraran al fin los asistentes a la ‘comida’ de Fran (que justo también ocurrió), permitiendo que, aunque a lo ña, y ya cerca de las 22:30, coincidieran al fin en una misma mesa cinco personas para celebrar que a las 00:00 el dueño de la casa va a cambiar de década. Y también va a llevarse una nueva sorpresa, no en forma de desmayo, sino de invitación a una casa rural cuya ubicación no conocerá hasta que le conduzcan allí el resto de ñass, todo ello siempre que Fran se comprometa a prepararles una barbacoa en el lugar de destino. Algo fácil de cumplir para un cumpleañero que a falta de una semana para salir de viaje tiene la ocurrencia de preguntarse si, pese a su achacoso lector de DVD, la PS2 seguirá dando el callo en la casa rural. Es una suerte que los abogados de Tamara Falcó no entren en esta web, porque si pidieran cobrar derechos de autor DavidPro se habría arruinado. Pero es que la respuesta en este caso no puede ser otra que sss….no, porque resulta que la consola a veces carga el archiquemado PES 2014 y a veces no, con unos sonidos como de estar dando puño a la moto que no presagian nada bueno, teniendo que esperar hasta una hora para que cargue el juego. No queda otra que indagar por internet en busca de ayuda y todos los pasos llevan a desmontar la consola. Estamos hablando de alguien que se gana la vida con el software pero no especialmente dotado para el hardware, y que en un ranking sobre estas habilidades quedaría incluso por debajo de Rubén y de la Mari de Puerto Hurraco, por lo que no es de extrañar que cuando lo intenta le sobren tornillos o no le encajen piezas al intentar montarla de nuevo tras limpiarla de un polvo que realmente no había. En su defensa hay que decir que finalmente logra recomponerla bien, pero en cuanto al lector de DVD hay que olvidarse de él y buscar otra solución. Tras otra sesión de foros de internet aparece una posibilidad, repiratear la consola para que cargue juegos desde un pendrive, algo no tan fácil viendo la cantidad de modelos y de chips distintos que llevan estas consolas, y proceso para el que es necesario disponer de otra PS2. Y ya puestos en plan negativo habría otro problema si en la casa rural el televisor no tuviera la entrada RCA que requiere la Play, por lo que lo más conveniente va a ser comprar un adaptador HDMI. Pero el problema verdaderamente grave es que solo faltan cuatro días para resolver todos estos asuntos, y es por eso que Fidel aprovecha para recordar su histórica reivindicación de adquirir una PS3 de segunda mano y pirateada, más cuando cuesta apenas el doble de dinero de lo que se van a gastar en el adaptador para una PS2 que ni se sabe si se podrá piratear con éxito. Pero nada, pese a que los estatutos no indican que la competición tenga que disputarse con ninguna consola en concreto, el resto de ñass son reacios a desplazarse a Javalí Viejo a adquirir por Wallapop una ‘nueva’ (lanzada en 2007) PlayStation 3, y sí proclives a qué Rubén adquiera por Amazon ese adaptador que al ser cliente prime le debe llegar en un par de días. Al que también le llega algo al día siguiente es a Fran, que recibe en su trabajo lo más cercano a una PS4 que va a tener en sus manos. Dos PS2 (¿PS2x2=PS4?) que le ha traído el agente tributario para que esa noche pueda hacer su magia pirateadora en casa, algo que no sucede hasta que, a la una de la mañana, descubre que el problema era haber grabado el DVD pirateador a la ‘loca’ velocidad de 4x, y que grabándolo en su viejo PC sobremesa a 1x todo va como la seda. Pues ya está, crisis resuelta porque los dos días que quedan son tiempo suficiente para grabar un pendrive con el PES 2014 y para que llegue el adaptad.... Rubén tiene una mala noticia, le han informado de que la entrega prevista se ha retrasado al sábado, demasiado tarde. No le queda otra que pedir rápidamente otro adaptador menos fiable pero que llegaría justo al día siguiente, aunque previendo que el panorama se pueda poner de color marinesco (de Marino) Fidel se decide a desempolvar su viejo portátil, e intentar instalarle ese mítico PES 6 con los comentarios de Carrusel Deportivo para al menos tener un plan B. Y aunque el jueves aparece en Montepínar el repartidor con el segundo adaptador, Fidel llega esa noche con su portátil debajo del brazo a El Palmar, lugar en el que ambos hermanos confirman, hasta altas horas de la noche, que esa obra maestra del mod de videojuegos (a la altura del Doom Chiquito) en la que suena la publicidad de Mahou 5 estrellas después de cada gol, funciona perfectamente, y que si la PS2 falla hay un plan alternativo. Hablando de planes, el que sigue sin saber nada del suyo para el día siguiente es un cumpleañero que lo único que ha podido averiguar es que la expedición partirá de su casa por la mañana más bien temprano, y que si quiere se lleve bañador, algo que obviamente, en pleno diciembre, no va a incluir en una maleta que, por cierto, aún no tiene preparada cuando amanece el día en que se van. Hay que decir en su defensa que el hombre ha estado liado con la PS2, y la compra de la comida para el puente más la reunión de la comunidad de vecinos, pero que a falta de media hora para que llegue todo el mundo esté sin duchar y sin hacer la maleta, y pirateando la Play de Rubén para llevarla también en el coche del ña, es de máquina, como le indica David. Como si fuera a sobrar mucho sitio en un Qashqai cuyo propietario acaba de avisar de que llegará con medio maletero ocupado solo con sus cosas, para pánico de un Fidel cuyo cerebro no asimila dónde van a caber todas esas bolsas de comida que ocupan media cocina y que su hermano ha comprado como si no hubiera un mañana. Fran se defiende con que ha comprado lo que puso en esa lista de la compra que hizo y que nadie se leyó, pero lo que está claro es que aquello va a ser como cuando Rubén se llevó la piragua hinchable a Torrevieja y Fran tuvo que ir en el asiento de atrás embutido entre mochilas porque el maletero estaba ocupado por la embarcación. Ya falta poco para ver cómo encaja todo, porque David acaba de tocar el timbre de la calle Fortunato Arias y segundos después está en la sede palmareña, eso sí, haciendo un spoiler de lo que va a ocurrir esa mañana. Porque solo hace quince minutos que Fran se ha enterado de que antes de comer van a hacer una excursión, y el araña le plantea si quiere hacer la ruta fácil o la difícil. El problema es que el unionense pronuncia la palabra ‘dorada’, algo que el descompresor no entiende en principio, pero que después de ver cómo Fidel se solivianta, está claro que tiene relación con el destino al que van. En cualquier caso lo primero es jugar al Tetris en ese maletero que está aún más lleno de lo que se podía esperar. Esa sombrilla playera no ayuda, al igual que tampoco lo hacen esas doce botellas de agua, una cantidad claramente excesiva teniendo en cuenta que ese día es festivo pero al siguiente abren los supermercados. Pero para el ña toda agua es poca, en su domicilio se consume una cantidad de H2O tan alta (+80l/mes) que los de Aqua Service seguro que lloraron el día en que el montepinarense decidió que ya estaba cansado de hacerlos ricos y se dio de baja harto de la compañía (¿campeonato Aqua Service?). En cualquier caso el espacio atrás es el que es y hay que amoldarse, sobre todo unos David y Fran que no podrán cumplir el deseo que ese émulo de Sergio Dalma cantaba desde un baño. Bailar pegados en la parte de atrás es imposible. Fran bailará desde su volcán y David desde el polo, separados ambos por bolsas de comida y mochilas que se amontonan entre ellos junto con los abrigos. Fidel ha alegado la ley del tamaño para agenciarse el asiento del pasajero (el que más ocupa va delante), y el resto ha tenido que sacrificarse, especialmente esa bandeja del maletero que, pese a múltiples intentos y combinaciones, tiene que quedarse en tierra para poder cerrar el portón. Fran es el encargado de subir a dejarla en su casa y cuando regresa y se introduce en el ñamóvil se encuentra con que le esperan unas gafas de sol realmente llamativas y totalmente opacadas, que le dan un claro aire al chaval de la peca. El objetivo de este accesorio es claro, que el descompresor no vea y no sepa en qué dirección va el vehículo, aunque el problema es que el resto tampoco parece tenerlo claro. Dado que no van a usar el GPS para que este no de información del destino, se basan en las indicaciones de un Fidel que está un poco oxidado en lo de salir de El Palmar, y más aún si es en dirección Cartagena. Y es que pese a que Rubén había propuesto salir hacia el sur, el palmareño les está llevando hacia el norte, donde asegura que hay una salida. Visto el debate que hay, y cuando ya casi están saliendo del pueblo, Fran se quita las gafas para desmentir a su hermano y pedir que den la vuelta si lo que quieren es coger la A-30. El mayor de los Fernández se pone entonces en modo GPS, pero cuando ya están saliendo del pueblo por la otra punta, se despista hablando y no informa a Rubén de dónde está la dichosa salida, de tal forma que se pasan de largo y casi acaban en el castillo de la Asomada, teniendo que dar de nuevo otra vuelta para volver a entrar al pueblo y de nuevo otra vuelta hasta salir al fin con destino a Cartagena. Viendo que van hacia el sur, el chaval de la peca empieza a atar cabos sobre todo cuando el Qashqai enfila la carretera de La Manga. La casa rural debe estar por la zona de Cabo de Palos, y ahora se dirigen a Cala Reona a revivir la ruta que hizo con David hacia Cala Dorada. Pero no exactamente, antes de llegar a Cala Reona el araña da orden de que dejen el coche en un descampado, pese a que dejar el vehículo allí solo y cargado de mochilas que están a la vista (la bandeja del maletero se quedó en El Palmar vigilando la casa) quizá no sea la mejor idea, y desde ahí los cuatro echan a andar por un campo en el que no hay absolutamente nadie. La ruta eso sí es sencilla, afortunadamente para un Rubén que no está muy orgulloso de su estado físico, teniendo en cuenta que salió días antes a correr y le adelantó primero un señor mayor y después una señora también de avanzada edad y a la que Manolo Giménez le hubiera hecho una pregunta relacionada con los bollos. El verdadero problema que tiene el ña es que está haciendo un calor impropio de estas fechas, el sol está pegando en todo lo alto, y su elección de pantalones habría sido adecuada para los Pirineos, pero no para Murcia, especialmente cuando uno tiene una entrepierna con propensión a sufrir el efecto invernadero. Otras malas elecciones surgen durante el camino. La de Luis Aragonés (cuyo hijo al parecer habla como él) fichando por un equipo turco cuando su idea era un equipo húngaro. La de JP eligiendo la enseñanza como profesión teniendo cualidades mejores como cerrar puertas. La de France Football eligiendo a George Weah para que pronuncie el nombre del ganador del balón de oro justo el año que gana un español (Roddrick). O la de pensar en regalarle a Fran un perro teniendo en cuenta la rajada que pega sobre dicho animal doméstico (da trabajo, suelta pelo, impide planes), rajada a la que se suma un ña que añada a la lista de cosas que ‘cuestan dinero y no sirven para nada’ a los hijos, reconociendo que si por él fuera, la humanidad se extinguiría. Aunque la verdadera mala elección es la de ese chico que viene a la playa con su novia, un perro que está totalmente Freddy, y se atreve (el chico, no el perro) a meterse con un bañador paquetero a las heladas aguas de Cala Dorada delante de una expedición ñasera que no duda en rajar de él. Porque sí, el objetivo de esta caminata, aunque por una ruta que no conocía el amante de los maleteros, era que regresara tras años con ganas de hacerlo a esa playa que para él y para David supone lo mismo que para Jacqueline Kennedy volver a la calle Olmo en Dallas. Ambos pueden al fin ilustrar sobre el terreno esa historia mil veces narrada, señalando el punto exacto en donde esas preadolescentes cargadas de hormonas jugaban a ser mayores, o cuál era la perspectiva por la que aquella señora nudista con azogue les arruinó el día y les creó ese recuerdo no deseado que se alberga desde entonces en sus mentes. Lo que empieza a no albergar nada es el estómago de todos, así que va siendo hora de regresar al coche y, si sigue de una pieza, ir a comer. Afortunadamente todo está en su sitio en el vehículo, incluidas esas…gafas!...que el cincuentón debe volver a colocarse. En su cabeza se plantean dos posibilidades, ¿me están llevando a comer al Mosqui, o el que está preparando la comida es Carmelo en esa casa en la que David ha pasado un verano inolvidable?’. Cuando el coche se detiene y se quita las gafas, lo que ve es que han aparcado al lado de la antigua calle de David, por lo que su mente empieza a imaginar un fin de semana con olor a ese ambientador de baño que ha traumatizado al araña desde ese primer día de agosto en que bajó a desayunar y se encontró a su hospedador Carmelo y a su pareja haciendo 'de vientre' en la casa que le habían alquilado. Algo qué, con precisión suiza, hicieron todos y cada una de las siguientes mañanas a la misma hora, convirtiendo los desayunos davidianos en un horroroso día de la marmota en el que tenía que escuchar la charla de Carmelo sobre temas cagaleriles como la utilización del ventilador del baño, la limpieza de la taza del WC con una toalla al terminar, o el uso de ese ambientador que, mezclado con las deposiciones carmelitanas, formaban ese terrible olor con el que más de una vez estuvo el unionense a punto de echar una pota digna del banquillo de Arsene Wenger. En todo esto va pensando un cumpleañero que, cuando ve a la expedición llegar al final de la calle y doblar la esquina, ya tiene claro que no va a conocer a un Carmelo que es icónico (según David), pero que le espera unos metros más abajo un sitio también icónico. La puerta de entrada de ese Mosqui que verano tras verano el araña se comprometía a cerrar sin que esa comida acabara llegando. Pero eso está a punto de cambiar, lo único que falta es que accedan al interior de un comedor en el que hay un poco de cola. Los de delante tienen un problema con la reserva, que según ellos han hecho por internet, pero la chica del restaurante no es como Silvia Fominaya, que decía que una cosa era verdad porque lo ponía en internet, y no les deja pasar. Una situación que podría ocurrirles a unos ñass que no solo es que hayan reservado por internet, es que llegan con unas pintas nada apropiadas para con la categoría del restaurante. Afortunadamente ni la reserva, ni los chándales, ni las botas de senderismo son impedimento para que, mirando al mar, llegue esa histórica estampa de cuatro ñass tomando un caldero del Mosqui. Una vez desbloqueado este logro se acercarán a la casa a pasar el resto del día allí, o al menos esa es la idea de un homenajeado que no tiene problema en volver a convertirse en el que cantaba aquella versión del a-ba-ni-bi cuando llegan al coche. Cree el chaval que se podrá quitar las gafas enseguida porque la casa no andará muy lejos, como mucho en La Manga, pero nada más lejos de la realidad. Pasan los kilómetros y la sensación que tiene el hombre es que se alejan del mar. ‘¡Fran, nos volvemos a El Palmar a pasar el puente!’ es lo que escuchan sus oídos durante varios minutos hasta que, cansado, se quita las gafas y ve que van por el antiguo trabajo de Fidel en Lobosillo. Su cabeza intenta encontrar un sentido a la situación y solo se le ocurre que la casa esté por Sierra Espuña, pero de nuevo debe ponerse las gafas porque antes de llegar a Alhama abandonan de nuevo la autovía. Aún sin ver se da cuenta de que en la rotonda se encaminan en dirección Mazarrón, y empieza a pensar si su destino será alguna casa en el condado de Alhama, lugar donde Fidel veraneó hace unos años y en el que su hermano habló en sueños a David. Una vez pasan de largo por allí, la única posibilidad es Mazarrón, pero cuando acaba la autovía la dirección que toma el vehículo es la contraria, es decir hacia Águilas, momento en el que el cumpleañero ya no entiende absolutamente nada. Será cuando tomen la redonda hacia Cañada del Gallego cuando Fran lo vea todo claro…’estos tíos están zumbados, no sé donde acabará esta historia...'. Historia, hay que recordarlo, que era un preámbulo para explicar cómo cuatro ñass llevan alojados dos días celebrando el cumple franero en una casa llamada Flor de Loto, pasando el tiempo entre visitas a la playa, comidas copiosas, visionados del animal/cosa del tejado de al lado en busca de nuevas explicaciones, bajadas de pantalones indoor y outdoor, y torneos de ese nuevo campeonato titulado El Horror. Son concretamente dos los que se han disputado antes de la cena del segundo día, un buen momento para dejarlo ahí y ya después un rato de charla antes de acostarse temprano. Pero el fantasma del Míguel revolotea por la casa e induce a los ñass a pensar que oportunidades como estas no se dan todos los días, y que hay que jugar hasta que se salgan los ojos de las órbitas. El tema es que algunos globos oculares no están preparados, sobre todo los de un Rubén que reposa la cena en el sillón y los tiene más bien entrando en lo profundo de sus órbitas. Y es que ya estamos en su hora habitual de irse a la cama, lo que lleva a Fran, el que va a ser su compañero con Dinamarca, a lanzar la predicción de que será un torneo muy corto. Dicho y hecho, en el primer partido con Inglaterra Rooney empieza marcando ante la hilaridad general de que se trate de un jugador blanco con cara de negro. Rubén no es tan pesimista y menos cuando los daneses empatan y se vienen arriba. Sin embargo a falta de diez minutos llega el gol inglés que obliga a la pareja conciertera a ganar los dos partidos restantes, o sumar cuatro puntos y una buena diferencia de goles. Es por ello que de cara al segundo encuentro Fidel se viste de Clemente y busca una Suecia muy defensiva que sin embargo fracasa. Sus rivales nórdicos se ponen con un 2-0 con el que quedarían a un empate de clasificarse. El 2-1 sueco les estropea esas cuentas, pero en el descuento llega el 3-1 que para los franrubenianos es media clasificación. La otra mitad se la tendrán que ganar no perdiendo ante una Francia que sorprendentemente juega al contraataque. Cosas de un Fidel que es el Arrigo Sacchi de los muñecos, y que demuestra la importancia de elegir bien en el menú de tácticas cuando los suyos marcan un 0-1 que hunde a unos daneses que juegan 'regular', y que sufren en los minutos finales un 0-2 que quema a un Fran que no quería que su hermano se fuera de la casa sin haber sufrido el horror de tener como compañero de juego el discurso del coronel Kurtz. Pero así se irá, como gran candidato al título, cuando acabe un domingo que se inicia en Calnegre con esa ruta que un Rubén venido a más propone hacer de 7 km mientras que Fidel propone dejarla en 0.7 km, con victoria por KO para el medidor de sapos vista la orografía del terreno. No hay ni el Tato por esas cuestas, apenas el profesor ecuestre que según el ña da las clases de equitación a su alumna no solo en vertical, y un poco más adelante otro chaval acampado con su furgoneta y acompañado de una chica que, siguiendo la misma línea (erótica) de pensamiento, no ha ido allí a montar solamente en la tabla de pádel en la que navegan mientras los observan unos ñass subidos a una roca desde la que charlan de la pinta de cornudo de José Luis Perales, o de los accidentes en redondas que lleva ya un Sandero que David califica como SUV-normal. Lo que tampoco es normal es la barbacoa que cierra el fin de semana, protagonizada por la verdura (barbacoa lesbiana, como diría la abuela del meme) y por un nuevo intento de Fidel por asar patatas en ella. En este caso una sola que es colocada a modo experimental entre las brasas (¿?) durante 40 minutos, el tiempo estimado para obtener el resultado esperado, siempre que lo que se desee sea un tubérculo carbonizado visto lo que se encuentran al retirar la patata y abrir el papel de aluminio. Definitivamente una mala idea como la del ña de encerrar a la avispa que estaba interfiriendo la comida en una botella de cerveza. Cuando ya nadie se acordaba de ella, y al ir a reciclar la botella, Fidel se encuentra con el insecto saliendo y afortunadamente está rápido para deshacerse de él, mandándolo por un fregadero que, segundos después, empieza a expulsar agua. Obviamente la relación causa-efecto es nula, pero el problema es que esto ocurre cuando acaban de poner el lavavajillas y están a punto de abandonar la casa. Quizá lo más sensato sería apagar el lavavajillas, pero Fidel dice que no va a pasar nada, que ya lo ha arreglado él, y que así se queda, dando la posibilidad a que se marchen dejando un desagüe rebosando, lo cuál sería una despedida tan ña como ese puente cumpleañero que finaliza con la entrada del Qashqai en El Palmar, ese lugar donde los paisanos queman rueda a lo Fast & Furious en un descampado, y en el que Rubén le suelta a otro conductor empanado un ‘quítate la gorra’ que está a la altura del ya mítico….¡gafas!
Categoría:
el horror
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