Campeonato Gerard. Torneo 2

GOLPE DE AUTORIDAD


Rubén golpea disipando dudas, Fran confirma su candidatura al título, Fidel se hunde en la mediocridad y David es un fracaso sin paliativos.

Rubén abofeteó a sus contrincantes, desarmó las esperanzas de aquellos que confiaban en una hipotética escalada de ascensión al trono y confirmó su liderazgo y hegemonía que parece estar contratado a largo plazo. La otra parte positiva la tenemos en Fran, que promete ser el animador del Gerard por derecho propio y que hace subyacer a Fidel a una tercera plaza a la que ya a nadie sorprende. Porque a Fidel, digámoslo claramente, la competición lo ha desarmado, le ha desprovisto de aquella autoridad de la que hacía gala antaño, la amargura se impone en su juego y es incapaz de asumir su responsabilidad para con su estado deportivo, ya que lanzar el mando a tal velocidad de crucero hace presumir que estamos ante una réplica del siguiente en el escalafón, David. Porque DavidPro se quita el sombrero para este su miembro más destacado. DavidPro reconoce lo inaudito del nivel más que meritorio de despropósitos que ha alcanzado este archimencionado y no por su brillantez jugador. Y es que ponerse las gafas de sol y acto seguido subir la persiana para que entrara luz es digno de “Alfredo Landa en Madrid”, verle pegado a la pantalla con dichas gafas nos deja una imagen que para algunos sería digna de veloz ingreso en psiquiátrico y observarle en la última parte del torneo preocupa y mucho a DavidPro. Cuando empezaba la penúltima jornada y David echaba cuentas, momento que captan las cámaras, él mismo se asume en tal estado de perplejidad que una sonrisa siniestra se apodera de él al percatarse con asombro que el hecho de haber ganado en la primera jornada le mantenía con opciones de ser segundo a la altura del torneo en el que se encontraba, a lo que adujo: “joder, pero si sólo he hecho perder, esto sí que es vivir de las rentas”, claro, que más preocupante resulta que cuando iba perdiendo con Fidel en esta penúltima jornada su rostro mostraba un semblante de estar pasándoselo de cine, de estar sumido en un éxtasis de autocomplacencia, de mirar de soslayo a su compañero que a esas alturas estaba abocado al absoluto desamparo y no sólo mostró piedad con él sino que se limitó a sonreírle como si de cortejarle se tratase. Lo que aconteció en la última jornada escapa al raciocinio de lo que debe ser un adecuado nivel competitivo ya que la emoción se destapó al percatarse David que una victoria soterraba a Fidel a la cuarta posición, hecho que incitó en el primero tal estado de ensoñación que DavidPro se pregunta qué es lo que infunde tal grado de mediocridad en sus miembros. David, que logró adelantarse con un gol de penalti haciendo confirmar sus expectativas de alcanzar una ínfima porción de satisfacción personal vio como a falta de cuatro minutos le empataban y en un acto digno de Xavi en las semifinales de la Copa del Rey, hecho que recogen las cámaras, sus ojos se cierran simbolizando el retorno a su realidad exenta de logros y progresos.
En definitiva, que Rubén demostró una vez más que el pulso de la competición lo tiene en perfecta sintonía desacreditando lo que algunos miembros manifestaron a pie de campo acerca de su nefasto torneo. Fran adquiere mimbres de firme aspirante y destierra los rumores que lo situaban como mera comparsa, Fidel se encamina por un túnel donde al final del mismo se encuentra David con los brazos abiertos y una sonrisa, y éste último es un decrépito espectro cuya figura payasada está anclada en la más absoluta decadencia deportiva.