sábado, 7 de diciembre de 2024
Highlights. Amanece un nuevo día en la casa flor de loto, ese tranquilo lugar con vistas al mar que, pese a su nombre, ni es un centro de retiro espiritual y crecimiento personal, ni aloja unos huéspedes en busca de reavivar su pasión. En este puente de diciembre se ha convertido en un centro de crecimiento perimetral (vía barbacoa) y la pasión que se busca reanimar es por el Pro. Amanece pues en este sábado y, como en todos los hogares, unos son más madrugadores que otros. Los hay que se levantan temprano, se duchan, desayunan, suben a la terraza a disfrutar del día, y con paciencia esperan a que los otros, los más remolones de la villa, se desperecen y se desenreden de las sábanas. En lo que sí que coinciden tanto los primeros (Rubén y Fidel) como los segundos (David y Fran) es en ser incapaces de saber exactamente que es ese algo con rabo y muchos pelos que el top one ha divisado desde la terraza y que descansa sobre el tejado del vecino. Hay quien afirma que puede ser una mopa (¿y ese rabo?), o una rata (¿con ese tamaño?), o incluso un ave (¿con esa melena?). Cualquier teoría es válida y a ciencia cierta lo único que se puede asegurar es que, a diferencia de lo que vio en su momento el tal Jódar y que desafiaba los límites de la biología, aquello no tiene vida. Hay algo que sí que la va a tener a esas horas de la mañana y es el baño (como bien sabe David después de veranear un mes en casa de Carmelo) puesto que hay gente con cuestiones pendientes con el WC y también con la ducha. Ello es debido a que al top one le gusta lo mismo ducharse de noche que a la sobrina de David hacerlo a cualquier hora del día, y por tanto lo ha dejado para por la mañana pese a la presión insistente del unionense durante el día anterior (Rubén, ¿te vas a duchar?). Presión que no ejerce con un Fran que tampoco se acostó duchado, aunque cierto es que el palmareño no pasó el día anterior embutido en un pantalón que favorecía el cocimiento de huevos, algo que se explicará en otro momento. Lo que también hay que explicar es que el baño de la casa tiene abierta una claraboya (rimas aquí) en todo lo alto que se comunica con la terraza, de tal forma que desde ella puedes mantener una conversación con el ña mientras está evacuando, o quedarte en silencio para escuchar algún hit de Viva Suecia. Porque el segundo descubrimiento de la mañana es que cuando en la casa suene el grupo de Las Torres de Cotillas es señal de que David está sentado en el trono. Porque igual que el perro de Pavlov tenía su campana para ladrar, el araña tiene su indie murciano como estímulo para cagar, algo que confirma él mismo al salir del excusado. En lo que quizá no ha pensado el hombre es en qué va a ocurrir con sus intestinos el día que cumpla su deseo de ir a verlos en algún festival, ya que puede acabar escuchando el concierto desde un water portátil, algo que no le ocurriría de seguir el consejo de Fran. El palmareño está convencido de que es mucho mejor usar música de Bruce Springsteen, concretamente el Born In The USA, y no tiene problema en coreografiar desde ese épico inicio de canción palmas arriba, hasta ese estribillo cargado de apretones vaciaesfínteres por parte del boss. Bueno, vale, pero cállate, es lo que deben estar pensando los espectadores de dicho esperpento porque ya es hora de ir planificando una mañana que debería concluir con el coreógrafo a los mandos de la barbacoa. Lo que se decide finalmente es primero recorrer (en coche) el kilómetro que les separa de una playa de Percheles que, pese a estar prácticamente desierta, puntúa alto como playa ña al cumplir el doble check, en pleno diciembre, de tener un bar abierto y a alguien en pelotas tomando el sol. Lo siguiente sería ir al supermercado a comprar carne, pero Fran piensa igual que el canario aquel que en plena erupción decía ‘hay tiempo para comer’, y propone incrustar antes una visita a Bolnuevo, dado que el super está por allí cerca y que Rubén no conoce la zona. Por tanto la siguiente parada del Nissan será el parking de Las Gredas, eso sí a una distancia coherente para con el disfrute visual del fenómeno morfológico, al contrario que esa gente que merece un lanzamiento de Red Bull por meter su coche hasta la mismísima base de las rocas, afeando el paisaje y por tanto la fotografía que intentaban hacerse unos ñass que se queman tanto con ese gafas como se sorprenden, al cruzar la carretera, con ese señor que estaba sentado en la playa en una silla de plástico y de repente empieza a ascender los cielos a lo profesor Moriarti, enganchado a un paracaídas y elevado por un ventilador cuyo motor suena tan fiable como el de la PS2 de Fran. Lo que también resulta sorprendente es que a continuación se desplacen a las calas, también de Bolnuevo, y que hasta ahora nadie haya hecho ninguna rima con el nombre del lugar. Sobre todo estando presente un Rubén que ese fin de semana está inspirado como poeta, y no solo ha ideado el mejor eslogan posible para su isla preferida en las Canarias (Fuerteventura, te la pone dura), sino que también dedica un cuarteto a las cercanas poblaciones de Mazarrón y Ramonete que mejor no reproducir. La cala encanta al rapsoda por sus calmadas aguas, muy apropiadas para sacar la piragua sin peligro de ocurra un ñassicidio, a diferencia de aquella vez que los cuatro se plantaron, sin quilla, frente a las bravas aguas torrevejenses con intención de navegar, aunque luego lo pensaron. A todo esto ya se va haciendo un poco tarde para ir a ese supermercado en el que al parecer compran los guiris y que tiene buenas referencias en Google, razones que han llevado a Fidel a elegirlo como proveedor cárnico en lugar de a Mercadona. Hay un runrún en el ambiente de si esto no será una fidelada, pero vista la magnitud del despropósito se podría ampliar a ñañada. Fracaso estrepitoso por parte de cuatro ñass que no empiezan con buen pie cuando el chófer Rubén se mete al parking que no es, y tiene que atravesar un poco a lo Alfredo hasta el aparcamiento del Hiper Cash Costto, el lugar en el que solo tienen que comprar carne y carbón. Es cierto que hay más gente de la que se podían pensar pero la idea de ir los cuatro al unísono, en lugar de dividir esfuerzos, no parece la más inteligente. A todo esto el carbón no aparece por ningún lado, y en un alarde de lucidez encargan a Fran esa parte de la misión. El descompresor está tan perdido que pregunta a un empleado que le informa que lo que busca está en la entrada, pero cuando va allí no encuentra nada. Embaucado como un peñista el día del discurso de Laporta, regresa sobre sus pasos y se encuentra con un David que también se ha separado del grupo buscando no se sabe qué. Esto ocurre mientras que la cola de gente para pagar empieza a crecer tanto como aquello que tenía vida, y vista la hora que se está haciendo Fran se acerca a una de esas cajeras que Rubén hubiera querido encontrar el día que fue al Aldi, y la mujer le informa que el carbón está fuera del recinto (¿?), por lo que tiene que salir al exterior a coger dos bolsas, entrarlas dentro y buscar el carro de unos ña que ya deben haber comprado la carne. Para cuando lo encuentra, y para su sorpresa, el carro está más 'esmayao' que el frigo del chatarrero de la manga, ya que apenas alberga unas cerillas. La culpa es del diseño del super, que obliga a pasar la cola de las cajas para acceder a la carnicería, como bien sabe un Fidel que ha tenido que combatir a lo Rambo para llegar hasta ella entre hordas de clientes, encontrándose además con que hay que sacar número porque la carne solo la venden al corte. Una vez despejado el resultado de la ecuación x + y = z, donde 'x' es la cola de la carnicería, 'y' es cola en las cajas, y 'z' que la barbacoa está lista a las tantas, toca salir sin pagar pero con el carbón en la mano para dejarlo donde estaba, pidiendo permiso a una cajera que no le podía dar más igual un posible sinpa de los ñass, y desplazarse a coger unos chorizos picantones al ritmo de mer-ca-do-o-na mer-ca-do-na. Una melodía tan adictiva como ese olor a jamón que llega de repente de uno de los pasillos mercadonianos, y que lleva a Rubén a desviar el carro de la ruta prevista hacia la sección cárnica y virar hacia la sección charcutera para hacerse con su derivado del cerdo favorito. El derivado favorito de David es vox populi que son los chorizos picantones, como esos que minutos después van a pasar por las brasas de un Fran que no las tiene todas consigo. Hace años que no le da uso a su barbacoa y quizá le ocurra como a la Igartiburu según Mariló Montero, que esté oxidado. Aunque si hay algo en lo que no está oxidado y a lo que sí da uso es a su zambomba, según un David que actúa como supervisor y queda sorprendido por las habilidades franciscanas en el meneamiento de manos, las cuales consiguen airear las brasas hasta que prendan en menos de veinte minutos. Todo ello mientras Fidel prepara en el horno unas patatas que tienen orden de alejamiento de la barbacoa desde aquel día en que okuparon la de Fran y bloquearon el acceso al resto de alimentos impidiendo el desarrollo normal de una cena que se acabó haciendo eterna. Eso sin contar ese otro día en que Fidel introdujo tubérculos en otra convocatoria barbacoiana dejando fuera esos chorizos picantones que Fran ya había echado al carro de la compra, y que David tanto esperaba. Por suerte para el araña eso no va a ocurrir en este caso porque en pocos minutos están ahí los chorizos bien picantones saliendo de la parrilla al encuentro de esas patatas asadas que también acaban de salir del horno, y que se unen a las salchichas, las longanizas, y las pancetas para formar un menú menos equilibrado que un reparto de brazo de gitano hecho por Fidel. Para compensar esto se decide que el menú del día siguiente estará formado solo por verduras y un pollo que Rubén propone marinar, ganándose que el resto del fin de semana al ña se le denomine el marinador (ciudad de vacaciones). Algo que no desagrada a un hombre verdaderamente amante de la música como demuestra el pedazo de altavoz portátil que se ha traído el espinardense, dispositivo con un tamaño y un nombre contundente (XTREEM, en mayúscula) y un sonido de encendido aún más contundente. Una mezcla entre rebuzno y mugido que provocan la hilaridad general cada vez que se pone en marcha el aparato. Justo lo que acaba de hacer un top one que después de comer decide relajarse tomando el sol junto a la piscina, y para ello qué mejor que ponerse cómodo calzándose el pijama de la discordia, el de boina verde, y el que provoca un nuevo día de la marmota. La repetición de algo ya vivido, en este caso la noche anterior, como es que alguien haga un comentario jocoso sobre la prenda, y a continuación Fidel, haya hecho o no el comentario, se lleve una ración de pandero rubeniano. Así que esta vez el segundón ya puede decir que ha visto el horror incluso antes de que el segundo torneo del campeonato precisamente así llamado se inicie, algo que ocurrirá en cuanto alguien cambie de canal y dejen de ver a Sarkozy e Infantino en la vespertina reapertura de Notre Dame, para pasar a ver a Cornelius y sus compañeros daneses en busca de la Euro ‘92. Los hermanos Fernández serán los encargados de intentarlo y empiezan bien, porque el delantero nórdico sigue con la flecha tan para arriba como si hubiera tomado esas pastillas que Pelé anunciaba pero, ojo, que dejaba claro que a él no le hacían falta. Y pese que el 2-0 inicial de los nórdicos se ve igualado por una minitrombada rubendavidiana, Dinamarca logra marcar el gol que le lleva a la victoria aunque a costa de acabar encerradísimo en su área. Al igual que el día anterior el Dinamarca-Suecia vuelve a ser un partido infame, y aunque Suecia se queda con diez no sé nota en absoluto. El pico de lamentabilidad se produce cuando el colegiado pita un penalti y mientras que el lanzador pregunta ‘¿como se tira? el que maneja el portero pregunta también cómo se para. Y no contento con fallar el penalti Fran aún depara otro momento penoso pulsando el botón del pase por error cuando estaba a un metro de la portería, para desesperación de su hermano que ve escapar dos puntos fáciles. Esto supone un alivio para un David que ya llevaba mucho rato metido en el papel de Kurz en Apocalypse Now y que ve en el empate final un helicóptero que viene a sacarle de la jungla del horror en que se haya metido, a punto de empezar su octavo partido en dos días sin haber ganado ni uno. Sus gabachos se adelantan en el marcador y el unionense parece escuchar cada vez más cerca las hélices de ese helicóptero salvador, pero el aparato se estrella con el gol del empate danés que les clasifica para semifinales y deja a David cara a cara con el horror, sabiendo que el siguiente partido es con Holanda. Rubén, que no quiere creer que está viendo el horror y se abraza a la filosofía del 'que no estamos tan mal' como si fuera la colchoneta arco iris de Fran, piensa que aún puede salvar la situación, pero en apenas 200 segundos ha encajado un primer gol al que sigue otro de Cornelius, nada menos que de vaselina con la rodilla, que finiquita el duelo y le demuestra al marinador que Holanda es sinónimo de fracaso. La última esperanza para que David no concatene dos torneos sin ganar es vencer en la final con Alemania, pero los hermanos daneses se adelantan en el marcador y ya Rubén se conforma hasta con empatar. Afortunadamente para ambos queda tiempo para que aparezca un nuevo helicóptero de rescate, el pilotado por unos jugadores germanos que son mejores, y por un árbitro que se inventa un penalti favorable a ellos que no quita mérito a la remontada alemana porque no es convertido por un David que lo tira al centro, donde lo espera ese Fidel que aun derrotado tampoco acaba insatisfecho, Porque pese a no vencer la Eurocopa ha conseguido un buen botín de puntos antes de deleitarse con esa cena ensaladillera, y de deleitar con una sesión de vídeos de caídas de Juan Gabriel, Vaquerizo, y el de Maná, que quizá el segundón ha puesto para mentalizarse de que su compañero en el siguiente campeonato va a ser...el horror…
Categoría:
el horror
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