RUBÉN
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FIDEL
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DAVID
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FRAN
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jueves, 16 de enero de 2014


​Highlights. Es el día D. Es la hora H. Se decide el campeonato y la puntualidad es máxima, tanto que David llega apenas un minuto después que el anfitrión y sorprende a un Rubén que cree ser el primero cuando toca el timbre. El hombre que le disputará el campeonato al ñass, Fidel, llega poco más tarde y con sus habituales prisas por terminar, de tal forma que incluso propone suspender la cena, algo que realmente está en manos de que el frigorífico de Fran no esté 'esmayao', ya que ni un solo ñass ha traído alimento alguno. Todo está a punto de comenzar y las prisas, los nervios por tener que remontar tres puntos a Rubén, y la habitual tendencia a la quemazón de Fidel, se agitan un peligroso cóctel en el que David, todo hay que decirlo, actúa como gasolina que convierte el cóctel en molotov. Y es que cómo no quemarse cuando tu compañero está tan pendiente del fútbol en el móvil (Villarreal-Real Sociedad) que ni se entera de que ambas parejas juegan con el mismo equipo, o pierde un pase durante el primer partido por estar mirando la pantallita. Ante esto Fidel solicita a DavidPro la impugnación de la jornada, pero claro, no es admitida ya que en el otro extremo del sofá el otro hombre que se juega el campeonato tampoco tiene mucho de lo que presumir. Y es que el compañero de Rubén resulta ser otro adicto al móvil al que además, viendo como juega, se le nota bastante que esa semana no ha entrenado. Y teniendo en cuenta que el ñass sí que ha entrenado, pero con el Míguel (lo cual supone un desentrenamiento), resulta que Fidel quizá no lo tiene tan mal. Tal y como se demuestra en ese primer partido en que consigue la victoria con un flojo Middlebrook, pese a que David sigue con un ojo en la Real Sociedad. Tras esto obviamente la segunda elección fidel-davidiana es otro equipo flojo, el Leverkusen, lo que conlleva sus riesgos como que dos de tus defensas y tu portero se pongan a bailar la lambada con la pelota en los pies y acaben alojando la bola en tu portería de una forma realmente ridícula. Algo que también le pasa a Rubén & Cía, pero por suerte para ellos sin fatales resultados, consiguiendo al menos alargar el encuentro hasta una de esas tandas de penaltis que nunca decepcionan. En ésta el protagonista no es Rubén con su error en el cuarto lanzamiento, ni David con el suyo justo a continuación. Es Fran,de cuyo mando (o de él) se sospecha que está incapacitado para disparar hacia los lados, y que se ve en la tesitura de marcar si no quiere perder. Y las sospechas se corroboran cuando Fidel deja su muñeco quieto en el centro para desviar con facilidad el disparo franciscano. En este caso la solicitud de impugnación es de Rubén, ante un supuesto mal funcionamiento del mando, pero las pruebas posteriores confirman que el problema no es precisamente el mando. No le queda otra a Rubén que apechugar con su compañero y elegir un buen equipo para ver si así voltea la situación. El Manchester United es un acierto pleno, y una máquina que el ñass sabe exprimir para lograr tres chicharros excelentes, por mucho que a Fidel le queme que "sólo tocando un botón" le metan goles por la escuadra. Emocionado por el 3-0, Fran hasta afirma estar jugando bien, lo que ya es demasiado para un David que amenaza con acciones "culares" ante lo que está oyendo. No llegará la sangre al río porque el araña y Fidel se lucen en el cuarto partido a base de cabezazos. Y es que es así como marcan con una Roma que no es tan buena como el top one creía, lo que le sitúa al borde de un abismo del que sólo le separa la pausa para cenar, con ese ya conocido efecto post-cena que Fran intenta reforzar a base de palomitas quemadas. Para salvar su primer matchball, al montepinarense le queda la bala de que puede elegir equipo, y vuelve a la vía inglesa con un Chelsea con el que repite la fórmula gol-tocando-sólo-un-botón que deja el campeonato en todo lo alto. El que gane el sexto partido será el que se lo lleve. Fran tranquiliza a su compañero diciéndole que le va a dar el campeonato, y aunque Rubén lo que piensa es que le está dando la noche, no le queda otra que confiar en ese hombre que lo único que ha hecho es coleccionar tarjetas rojas. Y, una vez que el balón echa a rodar, rezar para que su portero siga haciendo esas intervenciones magistrales a la escuadra que están salvando el 0-0, y ante las que David advierte a Fidel de que "por ahí se va un campeonato...". Algo que Fram parece confirmar al estrenarse como goleador, y con un disparo mucho menos peligroso que los anteriores, en el minuto 80. Es ahí cuando el anfitrión cree haber dado el título a su compañero, pero lo que no sabe que su acción más valiosa, antideportiva, y por la que será tan recordado como Maradona por su mano, es la que protagonizará un par de minutos después. Una patada sin opción de balón para tumbar a un rival que ya encaraba el portero. Alaridos, suspiros de alivio, Fidel emulando a Mourinho ("me daría vergüenza ganar así"), y un escándalo que queda en nada en el 85, cuando David (que se ha pasado todo el partido diciendo 'uy, uy, uy...') restablece las tablas y muta la rabia fideliana en júbilo. Lo que nadie puede pensar es que Rubén, en el descuento, se invente una jugada digna de un campeón para alojar el balón en las mallas y dejar las cosas en el lugar habitual. Él acumulando otro título (pero comenzando a sufrir el efecto Míguel), Fidel quemado por lo que pudo ser (pero recuperando su puesto de segundón con aspiraciones, y dejando su adicción a las tarjetas), Fran feliz por no ser top manta (pese a seguir acumulando posiciones anodinas), y David acurrucado dentro de un prolongado bache, en el que se resguarda con una manta. ¿Y el séptimo partido? Pues, y eso sí que es motivo de impugnación, no se jugó ante la negativa de un Fidel que salió disparado, dejando el torneo inconcluso. Si DavidPro levantara la cabeza...

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