RUBÉN
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FIDEL
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DAVID
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FRAN
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jueves, 6 de febrero de 2014


Hightlights. Esta competición amenaza con convertirse en un encuentro en el que tres personas quedan a las 8 para hablar (en este caso de las andazas gimnasieras de los hermanos Baños, Pantoja de Puerto Rico incluida), mientras que la cuarta, Fidel, aparece tan acelerado como si se hubiera tomado ese Red Bull al que homenajeamos en este campeonato. Sin embargo esta vez la sorpresa es que cuando, a las 8 y media, Rubén abre la puerta, lo que aparece es un señor calmado y sonriente, de tal forma que los atónitos ñass convienen en que el hombre debe haberse tomado un valium. Y es que pese a que se altera ligeramente cuando aprecia que su hermano ha vuelto a colocar mal los mandos, será esa la única ocasión en que el segundón pierda la paciencia. El que casi la pierde es Rubén ante la tardanza en preparar la alineación sudafricana por parte de un Fidel, cuya pachorra, digna de su hermano, confirma la teoría del valium. El que empieza a necesitar uno es el top one cuando observa a su compañero expulsar a Ribery nada más comenzar el primer encuentro. La inferioridad numérica y el juego regular de los franceses no puede desembocar en nada más que un empate a cero, lo que no deja de ser un accidente que el ñass puede solucionar en el segundo duelo contra la débil Arabia Saudí. El problema es que este encuentro también comienza con accidente (Lloris se traga un disparo), lo que obliga al espinardense a tomar aire para centrarse en la remontada, toda vez que su compañero palmareño parece no estar presente. Finalmente la calidad francesa reluce y el ñass logra logra los dos goles que les dan la clasificación, además de regalarle a Fran la jugada que puede ser el 1-3. Éste, sólo ante el portero, no opta por devolver a su compañero que venía por detrás, no opta por regatear al guardameta, no opta por disparar a puerta...en un alarde de sobradismo intenta ¡una vaselina! que acaba con el balón siendo enviado a las nubes y con su compañero siendo enviado a los infiernos, quizá porque teme lo que va a pasar en los pocos minutos que quedan. El gol de los arabes que obliga a los franceses a empatar con goles en el tercer partido ante los daneses si no quieren quedar eliminados. Algo no demasiado difícil en condiciones normales, pero las condiciones del ñass no son normales. Presionado por haber logrado 9 puntos en el torneo anterior, lo que para él es poco, temeroso ante la posibilidad de no pasar la fase de grupos, lo que le dejaría sin opciones de llevarse el Gafas!, y cabreado con que su juego empiece a notar las secuelas del efecto Míguel, sólo tiene que mirar a su derecha, al hombre que hace unos momentos se retorcía en su arcón y exclamaba ¡qué malo soy! para terminar de hundirse psicológicamente. Y aunque la primera mitad resulta ser de lo mas interesante, con palos en ambas porterías y ocasiones francesas que no acaban de entrar, en la segunda Rubén se acaba quemando con la violencia danesa, y con ese penalti que comete y que supone el 0-1 final, resultado que finiquita el torneo cuando ni siquiera se ha parado a cenar.

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