Highlights. Si entre las tareas asignadas a DavidPro estuviera la de determinar el momento de inicio de cada torneo, en este caso probablemente se le atragantarían las olivas con el encargo. Y es que hay tantas posibilidades que habrá quién considere que todo empieza el día en que Fidel, meses atrás, encuentra un lugar para pasar las vacaciones que aúna dos de sus pasiones, Chendo, y los sapos. O eso cree él, porque luego resulta que el resort que el segundón ha alquilado, pese a estar en los alrededores de Totana, pertenece a Alhama, y que lo más cerca que el hombre está de ver un sapo es cuando encuentra un renacuajo nadando en la piscina la noche de ese primer lunes, día que se puede considerar también el punto de arranque del torneo al ser en el que su hermano hace acto de presencia con la PS2. Aunque otra opción es entender que la acción da inicio realmente al día siguiente, cuando David llega a la urbanización y se identifica ante el de seguridad como otro de los Martínez que se dirigen al piso 81A, teniendo además un encontronazo lingüístico al bajarse del Sandero con un guiri que le sorprende con un ‘are you looking for Jorge?’, que le deja casi tan loco como lo están esos peces del lago que pegan unos saltos que no se habían visto desde el recordado día en el que el Míguel fue a la playa y vio peces sobrevolar su cabeza. Solo que en este caso estos peces están a muchos kilómetros de la playa. Porque por mucho que David se empeñe en emular al chatarrero de La Manga diciendo cada dos por tres que está ‘en el corazón del mar’, el Condado de Alhama está tan lejos del mar como lejos del bullicio. El lugar es durante todo el día tan silencioso como una biblioteca, y ni siquiera en la piscina los niños (británicos, of course) hacen un ruido excesivo, de tal forma que probablemente a David y compañía se les está escuchando a kilómetros de distancia, sobre todo cuando decidan pasar la tarde jugando, con el PES5 y los comentarios de Carrusel Deportivo, a manejar a España en el Mundial 2006, para regocijo de un Fidel cuya españolitis alcanzará cotas máximas cuando incluso logren jubilar a Zidane en cuartos de final, aunque afortunadamente no hay que darle la pastilla anti-rojigualda porque en semifinales los hispanos acaban cayendo. Como debería dejarse caer, al día siguiente, un Rubén del que depende realmente que haya torneo o no. El ña lleva todo el día recibiendo vía whatsapp todo tipo de estímulos que le inciten a venir, imágenes de la piscina, fotos de los encantos del entorno, garantía de huevos frescos,...pero aún así no acaba de confirmar su presencia. No queda otra que llamarlo y, aunque inicialmente diga que aquello está muy lejos y que no quiere conducir de noche, el afortunado hecho de que en ese momento aparezca delante de él la (tremenda) camarera del One, le lleva a un estado mental de ‘sí-a-todo’ gracias al cual el espinardense es convencido fácilmente por Fran. Situación que podría ser también considerada como el punto de inicio del torneo, y que hay que agradecerle a un Míguel que, aparte de cortarle el pelo, lleva a Rubén a ese tipo de locales. Ideas ambas que pasan por la cabeza de Fidel tras el baño al atardecer, tanto la idea de que el Míguel le corte el pelo, como la de ir a algún sitio a tomar algo para cenar. Craso error, en un entorno tan rateril, su propuesta de acercarse a la cervecería cercana tiene menos éxito que Rubén intentando entrar en La Alhambra. Desde un Fran que no puede salir porque ‘no se ha quitado el cloro de la piscina’, a un David que, ya que se le piden 20 euros por la estancia, prefiere saquear un frigorífico que, para su sorpresa, no es que esté ‘esmayao’, pero sí que ve falto de carne, considerando que por ese precio le están timando. No será hasta la mañana siguiente cuando el hombre descubra dos cosas, que finalmente está exento del pago, y que Fran, su compañero de habitación, pese a haber hecho caso omiso a sus insinuaciones sexuales, duerme con una camiseta sin mangas que no refuerza su heterosexualidad precisamente. Aunque el verdadero descubrimiento realizado por el unionense sobre el devorador de periódicos lo hace durante la madrugada cuando, en mitad de la noche, le escucha en sueños riendo a carcajadas. Una situación que lleva al araña a preguntarse si realmente está seguro en esa habitación y a buscar el motivo de dichas risas, encontrando como única explicación plausible que sea él, con sus ronquidos, el que esté haciendo reír al palmareño. Sin embargo su ‘Fran, ¿de que te ríes?’ no recibe respuesta alguna, lo que desde luego no le deja más tranquilo. Lo curioso es que Fran reconocerá, mientras desayuna a la mañana siguiente, haber escuchado la pregunta mientras estaba soñando con algo que no recuerda exactamente, pero que tenía que ver con algún ña. Quizá con ese Rubén que está en ese momento trabajando, y que se va a perder por tanto cómo David estrena el baño...aunque eso tiene fácil solución. Porque el araña tiene la brillante idea de tirar de tecnología y retransmitir el evento vía whatsapp, un encuentro que el señor Baños anuncia que se plantea en plan amarrategui, y al que pronostica de resultado corto. Y pese a que el 1-0 llega pronto, efectivamente el marcador permanece cerrado durante un tiempo en el que a su hermano le habría dado tiempo a lograr una goleada, pero en el que él se conforma con finiquitar el partido con el 2-0. Una vez cubierta una de las necesidades básicas, el señor Baños y los Martínez se dirigen a Calnegre donde darán rienda suelta a otra de esas necesidades humanas. Pero esos instintos básicos no serán satisfechos con una hermosa bañista desprovista de ropa precisamente, ya que la playa más bien parece que está patrocinada por Oscar Mayer. Tendrá que ser con una salchicha con lo que se alivien los ña, pero no con la de uno de los presentes, sino con la hinchable proporcionada por un Fran que denota mucha práctica a la hora de montarla. No le va a la zaga un David que se pega un buen par de revolcones con ella pero lo acaba logrando, llegando incluso a protagonizar un trío con Fran y él encima de la salchicha que haría llorar de emoción a Enrich y Luna. Como también hacen llorar, aunque de risa, los infructuosos intentos de un Fidel cuya rudeza sea probablemente el motivo por el que el hinchable le haga tragar agua salada en vez de entregarle su amor, emulando, a escala reducida, aquellos espectáculos que la colchoneta multicolor daba por todas las playas por las que aparecía. El que al fin está a punto de aparecer es un Rubén que recorre la distancia Murcia-Alhama mientras que el resto de ñass se recrea, incluso visualmente, en la piscina. A todo esto el de seguridad desconoce que está a punto de ver aparecer ante su barrera un Qashqai rojo que se dirige al 81A y cuyo conductor, oh sorpresa, también se apellida Martínez. Afortunadamente el hombre debe pensar que se trata de cuatro hermanos y, en lugar de avisar sobre una posible cédula terrorista, le deja pasar para que lo primero que se encuentre el hombre sea, oh, sorpresa, a Fran en el maletero de su coche. Una situación que bien podría considerar DavidPro como el inicio de un torneo que sin embargo aún está lejos de ver a los muñecos de Konami en acción. Antes hay que comer, y ahí Fran muestra la cara opuesta a cuando es anfitrión, negándose a compartir con nadie esa hamburguesa que ha traído de casa. Quizá por esa falta de carne, o quizá al hilo de lo vivido en Calnegre, a Rubén le da por recordar esa vez que fue a una solitaria playa en Sitges y acabó viéndose rodeado de chorizos, lo cual le lleva a rememorar también cuando se montó en un ascensor en Barcelona e hizo el ascenso rodeado de unos pedazo de Motorolas. Poco después la comida termina y solo hay que esperar a que David se eche la siesta para que Fran instale la Playstation, coloque los tres mandos y....¿tres mandos?... así es, inexplicablemente el segundón se trajo un mando menos de los necesarios, lo cuál se habría podido detectar y solventar si en el día anterior hubieran intentado montar la PS2, algo que estuvo pensando hacer Fran pero al final sssss....no. Así que la situación es la siguiente: la opción de jugar los cuatro en la consola está descartada, y aunque hay un mando extra para el ordenador, el portátil solo tiene tres salidas USB. De ahí que la quemazón franciscana para con su hermano comienza a elevarse hasta que este encuentra una salida revolucionaria, ¡jugar con teclas! Una temeridad teniendo en cuenta que su tarea es detener a Brasil haciendo pareja con su fraternal descompresor, pero es la única opción. Para complicar más el escenario la escasa longitud del cable HDMI hasta la televisión obliga a Rafa Márquez a jugar sentado en el suelo, con la tapa del ordenador medio plegada, y con los cables de los tres pad pasándole alrededor. Por si fuera poca incomodidad, y pese a haberle asegurado a Rubén que allí nunca hacía calor, justo esa tarde sí es calurosa, a lo que Fidel tiene que sumar el chorro calorífico que le tira encima el portátil, más la piel de ese sofá en el que apoya una espalda cada vez más sudada. Y a todo esto el campeonato no se ha iniciado, porque primero hay que jugar un partido de prueba para que nuestro Nacho Cano acabe de ajustar las teclas y, ahora sí, se dispute un Brasil-Rusia sorprendente. La pareja rubendavidiana no sólo no aprovecha la doble tara con la que está jugando Fidel (la del teclado y la de su hermano), sino que se ve desbordado por unos soviéticos que lo hacen todo bien menos meter goles. Quizá sea el hecho de que Fidel ha sufrido una regresión a los tiempos en que jugaba a este juego con el teclado, la astucia de Fran que descubre que los árbitros son hiper-permisivos y se lía a pegar a hachazos de forma masiva, o que el PES5 iguala el nivel por lo bajo y Rubén no destaca como debiera, pero el caso es que los brasileños no merecen llevarse el partido...aunque se lo llevan. Un gol en el 85 les da la victoria y media clasificación, ya que solo necesitan empatar ante Camerún un partido que se jugará siempre que el juego se recupere del cuelgue que ha sufrido. Por fortuna es así, sobre todo para David y para un Rubén que no acaba de encontrarse cómodo. Él lo achaca a que el mando no va bien, pero tras cambiarlo por el de su compañero la cosa sigue igual. Quizá sean los comentarios de Carrusel Deportivo los que desconcentren a un top one que no consigue doblegar a una pareja palmareña cuya esterilidad cara a puerta les pasará factura. Y esa factura se la cobrará David en el 92, con un gol que celebran por todo lo alto tanto al sudoroso araña como ese Rubén tan encantado de estar clasificado para cuartos como de estar justo enfrente del aire acondicionado (sin camiseta, claro) siendo el único que note su efecto. De cara al tercer partido ambos equipos mejoran sus prestaciones, los rubendavidianos porque al fin se han dado cuenta de que por mucha estopa que suelten, el árbitro es incapaz de sacar una sola tarjeta, y los franfidelianos porque el equipo sueco tiene mucha más calidad que los anteriores. En cualquier caso el encuentro sigue por los derroteros habituales, solo que en esta ocasión el gol brasileño no llega y el resultado final es de 0-0. Un buen momento para hacer una parada, convencer a Rubén para que pague por hacerse de un grupo de Netflix (según David, una estafa piramidal montada por Fran) y bajar a esa piscina donde el topless está permitido, como demuestra esa señora que, como aquella de Calblanque, de lejos parecía que, pero sss….no, y donde también está permitido al parecer el egg-less. Y es que el pobre Fran difícilmente olvidará ese momento en que giró la cabeza y sus ojos fueron testigos de cómo se liberaba de la prisión de la redecilla y se asomaba al mundo para saludar, la parte de la anatomía ña más veces nombrada. Una refulgente imagen que el hombre trata de olvidar capturando otras estampas en la piscina con la cámara acuática de su hermano, con la fortuna de que incluso queda registrada su ya famosa descompresión. Es hora de volver para comprobar si después del baño ha cambiado algo, pero no. Lo único diferente es que Rubén ha variado su posición en el salón, asegurando que ese era el verdadero motivo por el que no jugaba bien, pero a la hora de la verdad cualquier diría que su mando lo lleva Fran. El resto sigue igual, Brasil encomendandose a un espectacular Dida y a ganar los partidos por 1-0, y la pareja palmareña con el casillero de goles tan vacío como esa funda de guitarra que se esconde en el armario de invitados. Hasta que en los cuartos de final, y con Holanda, llega el milagro. Es precisamente un ña como Robben el que consigue que los hermanos al fin griten la palabra gol, aunque poco después lo cambiarán por un ‘¿qué ha pasado?’ cuando la pantalla se vaya a negro. El portátil se ha quedado sin batería recién iniciada la segunda mitad y se decide contar los primeros 45 minutos del nuevo partido como si fueran la segunda parte. Ese periodo sin goles deja a Brasil eliminada, a Rubén medianamente contento porque le da tiempo a cenar y a llegar a su casa como líder y a una hora decente, al cotilla David aún más contento al haber visto al fin ‘campanas’, aunque sea fisgando en el móvil rubeniano, a Fran embaucado imitando a la imitación del Míguel y su ‘es el Duque de Palma’, a un satisfecho por el resultado Fidel buscando la escoba para desalojar cucarachas la mañana siguiente, y a DavidPro dudando sobre si todo lo ocurrido en ese lugar es digno de llevar el nombre de torneo.
miércoles, 23 de agosto de 2017
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2 comentarios :
Error en la tabla, pone David, Fidel en vez de Fran, Fidel.
Para que veas que me lo leo con cariño.
Ya veo ya...¡corregido!
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