Highlights. En el episodio de la semana anterior... es la hora de la cena y en mitad del salón franciscano la boca de Rubén rumia una tostada de pan mientras que su mente hace exactamente lo mismo con su negro futuro en el campeonato. Y es que si el ña quiere tener alguna esperanza de ganarlo, necesitará sacar un volquete de puntos acompañado de un Fran que le ‘motiva’ recordándole que ahora mismo es top manta destacado. Afortunadamente el anfitrión se muestra más hábil con el mando que como generador de confianza, y logra dos goles en un inicio fulgurante. Un resultado exagerado para lo que está ocurriendo, y que lleva a David a amenazar con irse de la sede o con bajarse los pantalones en cualquier momento, más aún cuando Rubén (sí, Rubén) suelta aquello de ‘a todos nos meten goles’. Con el partido ya en goleada (3-0) la forma de enervarse fideliana resulta más peligrosa, protestar a gritos pese a que las manecillas del reloj han rebasado las once de la noche, y pese a que ello pueda provocar la presencia policial (la del vecino) en cualquier momento. En los minutos finales los perdedores maquillan el resultado, pero tienen claro que el 3-1 es una losa que les complica eliminar a los alemanes. Lo primero que tienen que hacer es vencer con los rusos en el partido que comienza a continuación, aunque el inicio se retrasa cuando Fidel intenta explicar, a pregunta de su hermano, que este año en Calblanque han habilitado como gratuito 'el aparcamiento de las pajas', comentario que obviamente no puede ser pasado por alto por unos ñass que se precien de serlo. Una vez echa a rodar el esférico, los ex-soviéticos se ponen en ventaja, pero Fran empata tras correr con la bola (él no, el muñeco) desde mitad del campo, gol al que Fidel quita todo el mérito. Menos mérito aún tendrá la última acción franrubeniana del duelo. Una ultra-agresiva doble entrada por detrás a un Fidel que entraba solo en el área, lo que le provoca una quemazón absoluta que su compañero David no comparte, reconociendo que él habría hecho lo mismo. En cualquier caso la roja es inevitable, pero no se sabe para cuál de los dos leñeros exactamente. Fidel propone que ante tal antideportividad tanto el top one como el descompresor se lleven una roja cada uno, pero al final se opta por una vía muy del gusto de Davidpro, dejarlo en manos del azar (en este caso a pares-nones). Al que le acaba cayendo es a un Fran que tampoco se puede quejar. Y es que mientras que el resto de ñass abandonan el escenario con miedo a que el perro esté tras la puerta, él se queda tranquilamente en su casa esperando el inicio del siguiente episodio. Ese que comienza con él mismo subiendo a la terraza, agarrando una botella con la que regar las plantas, y escuchando justo en ese momento el sonido del timbre. No es Steve Urkel, sino otro hombre con ¡gafas!, un Fidel que precede al auténtico ¡gafas!, un Rubén que casi se queda eternamente al otro lado de la puerta cuando el segundón sufre uno de esos episodios de ‘confusión de timbre’ tan habituales en la sede franciscana. Por suerte el hombre abandona por sí mismo el trance de mirar impávido e incrédulo el fonoporta, y se da cuenta de que al timbre al que han llamado es el de arriba, con lo que el espinardense puede entrar. Ya solo falta por llegar el unionense, y el anfitrión se pone dispone a solucionarlo. Coge su botella de agua, comienza a subir las escaleras, y augura que de esa forma David llegará en un minuto. Ni Sandro Rey con sus mejores gafas radiónicas habría tenido más acierto. 60 segundos después, segundo arriba, segundo abajo, David toca el timbre y confirma una vez más el efecto regadera. Y es precisamente como una regadera como puede pensar la vecina que están los cuatro ñasses, sobre todo si acerca la oreja y escucha a Fidel y Rubén embaucados con el folleto de la pizzería Flash, el cual repasan con fruición mientras desde el baño el araña hace una rima apropiada para cada plato. Un David que pocas veces habrá recibido recuerdos de alguien de una forma tan desganada como la de un Rubén que, sin venir a cuento, le suelta un ‘queeeee….recuerdos de JP’ que provoca la hilaridad general. Probablemente el amante del rock progresivo quería quitarse el encargo de encima y centrarse en lo verdaderamente importante para él, seguir sumando todo lo que pueda de la mano de un Fran que, horror, ha jugado durante el fin de semana al FIFA, lo que lleva a recordar al espinardense esas primeras partidas con dicho juego en su domicilio paternal, en veladas en las que participaban personajes a los que hoy costaría ver con un mando en las manos (y en su momento también, la verdad). Inicialmente parece que el efecto FIFA no ha hecho mella en un anfitrión que marca en el minuto cuatro, pero al final la superioridad alemana no evita que los italianos arranquen un empate. En los cuartos de final el top one no da opción alguna a los croatas, ya que pese a que se han adelantado en el marcador, los ve incapaces de marcar salvo ‘a portería vacía’. Ese exceso de confianza se incrementa cuando el hombre logra el gol del empate, pero negros nubarrones le acechan. Su compañero Fran, no se sabe si nervioso por todo lo que se juega, o acusando el virus FIFA, se muestra incapaz de aprovechar sus ocasiones de gol, y solo falta que Fidel siga rajando de Mandzukic, y de la incapacidad croata para rematar de cabeza, para que sea este jugador, y con la testa, el que vuelva a marcar en el 84 y desate la quemazón rubeniana para con su compañero, un Fran que cenará sin haber quitado el liderato a su hermano, que ha dejado al ña en una posición muy complicada, y a David tapado pero haciendo unas cuentas para ser campeón realmente fáctibles, recuperar ocho puntos a Fran en la última jornada, y doce a Fidel en los dos torneos que quedan.
martes, 7 de julio de 2015
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