Highlights. Si entre las tareas asignadas a DavidPro estuviera la de determinar el momento de inicio de cada torneo, en este caso probablemente se le atragantarían las olivas con el encargo. Y es que hay tantas posibilidades que habrá quién considere que todo empieza el día en que Fidel, meses atrás, encuentra un lugar para pasar las vacaciones que aúna dos de sus pasiones, Chendo, y los sapos. O eso cree él, porque luego resulta que el resort que el segundón ha alquilado, pese a estar en los alrededores de Totana, pertenece a Alhama, y que lo más cerca que el hombre está de ver un sapo es cuando encuentra un renacuajo nadando en la piscina la noche de ese primer lunes, día que se puede considerar también el punto de arranque del torneo al ser en el que su hermano hace acto de presencia con la PS2. Aunque otra opción es entender que la acción da inicio realmente al día siguiente, cuando David llega a la urbanización y se identifica ante el de seguridad como otro de los Martínez que se dirigen al piso 81A, teniendo además un encontronazo lingüístico al bajarse del Sandero con un guiri que le sorprende con un ‘are you looking for Jorge?’, que le deja casi tan loco como lo están esos peces del lago que pegan unos saltos que no se habían visto desde el recordado día en el que el Míguel fue a la playa y vio peces sobrevolar su cabeza. Solo que en este caso estos peces están a muchos kilómetros de la playa. Porque por mucho que David se empeñe en emular al chatarrero de La Manga diciendo cada dos por tres que está ‘en el corazón del mar’, el Condado de Alhama está tan lejos del mar como lejos del bullicio. El lugar es durante todo el día tan silencioso como una biblioteca, y ni siquiera en la piscina los niños (británicos, of course) hacen un ruido excesivo, de tal forma que probablemente a David y compañía se les está escuchando a kilómetros de distancia, sobre todo cuando decidan pasar la tarde jugando, con el PES5 y los comentarios de Carrusel Deportivo, a manejar a España en el Mundial 2006, para regocijo de un Fidel cuya españolitis alcanzará cotas máximas cuando incluso logren jubilar a Zidane en cuartos de final, aunque afortunadamente no hay que darle la pastilla anti-rojigualda porque en semifinales los hispanos acaban cayendo. Como debería dejarse caer, al día siguiente, un Rubén del que depende realmente que haya torneo o no. El ña lleva todo el día recibiendo vía whatsapp todo tipo de estímulos que le inciten a venir, imágenes de la piscina, fotos de los encantos del entorno, garantía de huevos frescos,...pero aún así no acaba de confirmar su presencia. No queda otra que llamarlo y, aunque inicialmente diga que aquello está muy lejos y que no quiere conducir de noche, el afortunado hecho de que en ese momento aparezca delante de él la (tremenda) camarera del One, le lleva a un estado mental de ‘sí-a-todo’ gracias al cual el espinardense es convencido fácilmente por Fran. Situación que podría ser también considerada como el punto de inicio del torneo, y que hay que agradecerle a un Míguel que, aparte de cortarle el pelo, lleva a Rubén a ese tipo de locales. Ideas ambas que pasan por la cabeza de Fidel tras el baño al atardecer, tanto la idea de que el Míguel le corte el pelo, como la de ir a algún sitio a tomar algo para cenar. Craso error, en un entorno tan rateril, su propuesta de acercarse a la cervecería cercana tiene menos éxito que Rubén intentando entrar en La Alhambra. Desde un Fran que no puede salir porque ‘no se ha quitado el cloro de la piscina’, a un David que, ya que se le piden 20 euros por la estancia, prefiere saquear un frigorífico que, para su sorpresa, no es que esté ‘esmayao’, pero sí que ve falto de carne, considerando que por ese precio le están timando. No será hasta la mañana siguiente cuando el hombre descubra dos cosas, que finalmente está exento del pago, y que Fran, su compañero de habitación, pese a haber hecho caso omiso a sus insinuaciones sexuales, duerme con una camiseta sin mangas que no refuerza su heterosexualidad precisamente. Aunque el verdadero descubrimiento realizado por el unionense sobre el devorador de periódicos lo hace durante la madrugada cuando, en mitad de la noche, le escucha en sueños riendo a carcajadas. Una situación que lleva al araña a preguntarse si realmente está seguro en esa habitación y a buscar el motivo de dichas risas, encontrando como única explicación plausible que sea él, con sus ronquidos, el que esté haciendo reír al palmareño. Sin embargo su ‘Fran, ¿de que te ríes?’ no recibe respuesta alguna, lo que desde luego no le deja más tranquilo. Lo curioso es que Fran reconocerá, mientras desayuna a la mañana siguiente, haber escuchado la pregunta mientras estaba soñando con algo que no recuerda exactamente, pero que tenía que ver con algún ña. Quizá con ese Rubén que está en ese momento trabajando, y que se va a perder por tanto cómo David estrena el baño...aunque eso tiene fácil solución. Porque el araña tiene la brillante idea de tirar de tecnología y retransmitir el evento vía whatsapp, un encuentro que el señor Baños anuncia que se plantea en plan amarrategui, y al que pronostica de resultado corto. Y pese a que el 1-0 llega pronto, efectivamente el marcador permanece cerrado durante un tiempo en el que a su hermano le habría dado tiempo a lograr una goleada, pero en el que él se conforma con finiquitar el partido con el 2-0. Una vez cubierta una de las necesidades básicas, el señor Baños y los Martínez se dirigen a Calnegre donde darán rienda suelta a otra de esas necesidades humanas. Pero esos instintos básicos no serán satisfechos con una hermosa bañista desprovista de ropa precisamente, ya que la playa más bien parece que está patrocinada por Oscar Mayer. Tendrá que ser con una salchicha con lo que se alivien los ña, pero no con la de uno de los presentes, sino con la hinchable proporcionada por un Fran que denota mucha práctica a la hora de montarla. No le va a la zaga un David que se pega un buen par de revolcones con ella pero lo acaba logrando, llegando incluso a protagonizar un trío con Fran y él encima de la salchicha que haría llorar de emoción a Enrich y Luna. Como también hacen llorar, aunque de risa, los infructuosos intentos de un Fidel cuya rudeza sea probablemente el motivo por el que el hinchable le haga tragar agua salada en vez de entregarle su amor, emulando, a escala reducida, aquellos espectáculos que la colchoneta multicolor daba por todas las playas por las que aparecía. El que al fin está a punto de aparecer es un Rubén que recorre la distancia Murcia-Alhama mientras que el resto de ñass se recrea, incluso visualmente, en la piscina. A todo esto el de seguridad desconoce que está a punto de ver aparecer ante su barrera un Qashqai rojo que se dirige al 81A y cuyo conductor, oh sorpresa, también se apellida Martínez. Afortunadamente el hombre debe pensar que se trata de cuatro hermanos y, en lugar de avisar sobre una posible cédula terrorista, le deja pasar para que lo primero que se encuentre el hombre sea, oh, sorpresa, a Fran en el maletero de su coche. Una situación que bien podría considerar DavidPro como el inicio de un torneo que sin embargo aún está lejos de ver a los muñecos de Konami en acción. Antes hay que comer, y ahí Fran muestra la cara opuesta a cuando es anfitrión, negándose a compartir con nadie esa hamburguesa que ha traído de casa. Quizá por esa falta de carne, o quizá al hilo de lo vivido en Calnegre, a Rubén le da por recordar esa vez que fue a una solitaria playa en Sitges y acabó viéndose rodeado de chorizos, lo cual le lleva a rememorar también cuando se montó en un ascensor en Barcelona e hizo el ascenso rodeado de unos pedazo de Motorolas. Poco después la comida termina y solo hay que esperar a que David se eche la siesta para que Fran instale la Playstation, coloque los tres mandos y....¿tres mandos?... así es, inexplicablemente el segundón se trajo un mando menos de los necesarios, lo cuál se habría podido detectar y solventar si en el día anterior hubieran intentado montar la PS2, algo que estuvo pensando hacer Fran pero al final sssss....no. Así que la situación es la siguiente: la opción de jugar los cuatro en la consola está descartada, y aunque hay un mando extra para el ordenador, el portátil solo tiene tres salidas USB. De ahí que la quemazón franciscana para con su hermano comienza a elevarse hasta que este encuentra una salida revolucionaria, ¡jugar con teclas! Una temeridad teniendo en cuenta que su tarea es detener a Brasil haciendo pareja con su fraternal descompresor, pero es la única opción. Para complicar más el escenario la escasa longitud del cable HDMI hasta la televisión obliga a Rafa Márquez a jugar sentado en el suelo, con la tapa del ordenador medio plegada, y con los cables de los tres pad pasándole alrededor. Por si fuera poca incomodidad, y pese a haberle asegurado a Rubén que allí nunca hacía calor, justo esa tarde sí es calurosa, a lo que Fidel tiene que sumar el chorro calorífico que le tira encima el portátil, más la piel de ese sofá en el que apoya una espalda cada vez más sudada. Y a todo esto el campeonato no se ha iniciado, porque primero hay que jugar un partido de prueba para que nuestro Nacho Cano acabe de ajustar las teclas y, ahora sí, se dispute un Brasil-Rusia sorprendente. La pareja rubendavidiana no sólo no aprovecha la doble tara con la que está jugando Fidel (la del teclado y la de su hermano), sino que se ve desbordado por unos soviéticos que lo hacen todo bien menos meter goles. Quizá sea el hecho de que Fidel ha sufrido una regresión a los tiempos en que jugaba a este juego con el teclado, la astucia de Fran que descubre que los árbitros son hiper-permisivos y se lía a pegar a hachazos de forma masiva, o que el PES5 iguala el nivel por lo bajo y Rubén no destaca como debiera, pero el caso es que los brasileños no merecen llevarse el partido...aunque se lo llevan. Un gol en el 85 les da la victoria y media clasificación, ya que solo necesitan empatar ante Camerún un partido que se jugará siempre que el juego se recupere del cuelgue que ha sufrido. Por fortuna es así, sobre todo para David y para un Rubén que no acaba de encontrarse cómodo. Él lo achaca a que el mando no va bien, pero tras cambiarlo por el de su compañero la cosa sigue igual. Quizá sean los comentarios de Carrusel Deportivo los que desconcentren a un top one que no consigue doblegar a una pareja palmareña cuya esterilidad cara a puerta les pasará factura. Y esa factura se la cobrará David en el 92, con un gol que celebran por todo lo alto tanto al sudoroso araña como ese Rubén tan encantado de estar clasificado para cuartos como de estar justo enfrente del aire acondicionado (sin camiseta, claro) siendo el único que note su efecto. De cara al tercer partido ambos equipos mejoran sus prestaciones, los rubendavidianos porque al fin se han dado cuenta de que por mucha estopa que suelten, el árbitro es incapaz de sacar una sola tarjeta, y los franfidelianos porque el equipo sueco tiene mucha más calidad que los anteriores. En cualquier caso el encuentro sigue por los derroteros habituales, solo que en esta ocasión el gol brasileño no llega y el resultado final es de 0-0. Un buen momento para hacer una parada, convencer a Rubén para que pague por hacerse de un grupo de Netflix (según David, una estafa piramidal montada por Fran) y bajar a esa piscina donde el topless está permitido, como demuestra esa señora que, como aquella de Calblanque, de lejos parecía que, pero sss….no, y donde también está permitido al parecer el egg-less. Y es que el pobre Fran difícilmente olvidará ese momento en que giró la cabeza y sus ojos fueron testigos de cómo se liberaba de la prisión de la redecilla y se asomaba al mundo para saludar, la parte de la anatomía ña más veces nombrada. Una refulgente imagen que el hombre trata de olvidar capturando otras estampas en la piscina con la cámara acuática de su hermano, con la fortuna de que incluso queda registrada su ya famosa descompresión. Es hora de volver para comprobar si después del baño ha cambiado algo, pero no. Lo único diferente es que Rubén ha variado su posición en el salón, asegurando que ese era el verdadero motivo por el que no jugaba bien, pero a la hora de la verdad cualquier diría que su mando lo lleva Fran. El resto sigue igual, Brasil encomendandose a un espectacular Dida y a ganar los partidos por 1-0, y la pareja palmareña con el casillero de goles tan vacío como esa funda de guitarra que se esconde en el armario de invitados. Hasta que en los cuartos de final, y con Holanda, llega el milagro. Es precisamente un ña como Robben el que consigue que los hermanos al fin griten la palabra gol, aunque poco después lo cambiarán por un ‘¿qué ha pasado?’ cuando la pantalla se vaya a negro. El portátil se ha quedado sin batería recién iniciada la segunda mitad y se decide contar los primeros 45 minutos del nuevo partido como si fueran la segunda parte. Ese periodo sin goles deja a Brasil eliminada, a Rubén medianamente contento porque le da tiempo a cenar y a llegar a su casa como líder y a una hora decente, al cotilla David aún más contento al haber visto al fin ‘campanas’, aunque sea fisgando en el móvil rubeniano, a Fran embaucado imitando a la imitación del Míguel y su ‘es el Duque de Palma’, a un satisfecho por el resultado Fidel buscando la escoba para desalojar cucarachas la mañana siguiente, y a DavidPro dudando sobre si todo lo ocurrido en ese lugar es digno de llevar el nombre de torneo.
miércoles, 23 de agosto de 2017
miércoles, 9 de agosto de 2017
Highlights. ‘Podéis ir cuando queráis, estaré allí toda la tarde’. Eso reza el whatsapp con el que Fidel confirma que, siete meses después, estará presente en la sede para demostrar sus habilidades con el pad. Rubén, dado que al estar en pleno verano tiene ocupadas las horas centrales del día en la refrigeración de su zona testicular vía chorro de aire en el calzoncillo, no se decide a abandonar su hogar hasta las siete de la tarde, siendo suficiente en cualquier caso para llegar el primero a la casa de Fran. No será hasta media hora después cuando aparezca un David temeroso de llegar tarde, y sorprendido de no encontrar a Fidel en la sede. Y es que inexplicablemente el convocante no solo aparece en último lugar, es que nada más hacer acto de presencia se dirige a la planta superior a realizar la Marquez-llamada. Hay que esperar nada menos que hasta las 20:45 para ver al fin descender la escalera a un atribulado segundón que confiesa que el retraso en aparecer se debe a que está buscando coche, habiendo visto tantos modelos que no tiene claro cuál elegir. Un tema de actualidad toda vez que Rubén precisamente acaba de estrenar vehículo, y en su caso sin haberselo pensado mucho. Tan fácil como, primero, ir a la Volvo para ver como el comercial, ante la pregunta de si el coche lleva navegador GPS, te conteste con un ‘no hombre, ¿para qué?, con lo bien que va el Google Maps te pones el móvil y ya está’, y segundo, hacer que tu padre (el del ña) te acompañe a la Nissan para, mientras estás preguntando al vendedor, escuchar a tu progenitor repetir sin cesar a tu espalda ‘compratelo, compratelo’. Algo que afortunadamente hizo un montepinarense que se une al club de coches con nombres ña. Porque si nunca nos cansaremos de hacer rimas sobre el Sandero de David, que el del top one se denomine Qashqai(s) también tiene su gracia. Lo que no la tiene es que el hombre no pare de encadenar multas, con el lamentable record de sumar una en la última semana de vida del Seat León, y otra justo a la semana siguiente con un Nissan que Rubén decidió estrenar haciendo una pirula en un sitio en el que no pasaba nadie, nadie, nadie, nadie...excepto un vehículo de la guardia civil. Ya le habría gustado a él que la que hubiera pasado fuera esa aerostática (por los globos) vecina que el anfitrión tiene enfrente, y que el espinardense descubrió el día anterior mientras cenaba en la terraza franciscana. Pero para su desgracia hoy parece que la mujer no está, por lo que no le queda otra al nissanero que dirigir su atención a unos ña cada vez más cascados. Y es que la conversación acaba derivando en un conjunto de achaques en el que se lleva la palma ese tirón de Rubén producido al subir a un bordillo, a la altura de esas lesiones lavando coches, estornudando, o apagando despertadores. La conclusión a la que acaban llegando todos es que con la edad las cosas ya no son como eran, como demuestra gráficamente el ña poniendo como ejemplo ese compañero de trabajo cuyo optimismo le llevó a decir ‘Tápate que (me) voy’ generando unas tamarafalcoianas expectativas que luego no se vieron cumplidas. Como parece que tampoco cumple otro chorro, el del aire acondicionado encargado de refrigerar la zona íntima de un Rubén que acaba reconociendo que su problema de sudoración no solo persiste en su zona habitual, sino que se ha extendido hasta el culo, lo cual da pie a hablar de calzoncillos, y a preguntarle qué fue de aquellos que la madrugada del 1 de Enero sufrieron cierto incidente en un callejón, en lo que fue una forma de acabar la noche sin ropa interior que obviamente no era la que el espinardense había previsto para empezar el año. Lo que debería empezar de una vez es el juego, pero no hay forma debido a la gran cantidad de noticias que se han acumulado en este tiempo y que hay que ir liberando. El problema es que algunos se pasan de frenada y las liberan antes de lo previsto. Ya dos días antes Fran había destapado en Montepinar los planes casaderos de Fidel mientras el medidor de sapos allanaba el terreno informando sobre un futuro viaje a Hungría, viaje que Fran directamente destripaba calificandolo como ‘viaje de novios’. En este caso el spoiler lo realiza Rubén, que quita la exclusiva al futuro marido cuando, sin venir a cuento, arroja a David un inapelable ‘¿sabes que Fidel se casa?’ que definitivamente deja a éste sin la posibilidad de desvelarlo como él pretendía. En cualquier caso el Rafa Márquez palmareño está a la altura de tan triste forma de anunciar el evento matrimonial, y se descuelga con un sincero ‘no estáis invitados pero no puedo impedir que vayáis’ que provoca tanto desconcierto como risas. A lo que sí están invitados todos es a ese resort en el que el madrileño piensa pasar las vacaciones, un resort situado en Totana al que el ña se imagina llegando con los pantalones bajados, emulando lo que hacía uno de los referentes de esta web cuando veía el cartel de entrada a dicha localidad. Y con los pantalones no bajados, sino directamente ausentes, es como se encontró Rubén a su vecino de al lado cuando llamó a su puerta semanas atrás para quejarse por los continuos ruidos. No contento con recibirle en calzoncillos, el malencarado sucesor del Barbacoas le espetó un '¡estamos hasta los huevos de tí! que puso a prueba la capacidad de quemazón de un ña que, admirablemente, hizo caso omiso tanto a ese exabrupto como a frases del estilo ‘si yo también he fumado porros cuando era joven’, resultando ser el más calmado de los dos, y regresando a su casa sin entrar al trapo para, a mitad de camino, darse la vuelta, volver a llamar, y acabar incluso resolviendo la temática de una forma tan caballerosa que ahora los vecinos le saludan hasta cuando sale de casa resacoso perdido. Esa estrenada calma rubeniana volverá a pasar una dura prueba, en este caso la de ser compañero de un Fran al que la inactividad no le ha venido muy bien, como acaba de demostrar en los dos partidos correspondientes al torneo anterior. Al top one le queda la esperanza del efecto post-cena, ya que el torneo actual no comenzará hasta después de que haya llenado el estómago, lo cual le lleva a recordar esos bocadillos con los que invitó en Montepinar dos dias antes a los Fernández, y que acabaron siendo la versión 2.0 del famoso sapo toda vez que Fidel se empeñó en que dichos bocatas eran del tamaño de ese querido batracio que dio nombre a uno de nuestros campeonatos. Como podría hacerlo en un futuro Isco Alarcón, jugador al que el segundón califica como ‘nuevo Guti’, y cuya candidatura a bautizar una competición suma más puntos al conocerse que un ojeador del Manchester United descartó su fichaje por tener la cabeza grande. Entre tanto, el ágape transcurre con los Mundiales de Atletismo de fondo, campeonato que David tira por tierra (‘pero Bolt ya perdió, ¿no?’), pero que motiva al ña, sobre todo esas atletas que el hombre analiza con un criterio que se podría calificar de cualquier modo menos técnico. Unas mujeres que dejan al ña casi tan embaucado como lo está un Fran cuyo lío a la hora de traer los helados que le han solicitado corrobora que la noche va a continuar como estaba antes de parar a cenar. Con el anfitrión consiguiendo que sus equipos sean un sss...no constante de cara a puerta, y Fidel aplicando un mantra recién descubierto. ‘Calma y calidad’ no para de repetir mientras sus equipos no paran de lograr victorias sin que él sea el goleador. Las plegarias de Rubén de lograr al menos un empate ante Camerún no serán escuchadas, quedando el hombre tan desesperado por la poca afición de su compañero por el botón X que lo más bonito que le dice es ‘para una vez que lo haces bien y la pasas, te han cortado el pase’. Los africanos marcan dos veces y no son dos más al contraataque de milagro aunque poco importa, los cariocas no van a pasar de fase y lo único a lo que se agarra Rubén es que Fidel tampoco sumó demasiados puntos cuando hizo pareja con su fraternal rémora. Fueron concretamente cuatro los puntos, así que si él suma tres ganando el último partido ante Suecia, podrá decir, como Laporta, 'que no estamos tan mal, hombre’. Y aunque inicialmente todo parece nublarse con el gol sueco, finalmente llega la remontada con el tanto de un Fran que lo celebra relamiéndose de una forma en absoluto acorde con la de alguien que, sin ninguna duda, despide la noche abrazando con las dos manos el top manta de este campeonato.
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chendo
Highlights. Corría el año 2007 cuando Ginés Carvajal, representante de futbolistas, hizo unas declaraciones por las que desde entonces es recordado. Ese ‘Imaginaros una derrota en Suecia sin Raúl…,jeje’ aparte de provocar gran polémica, provocó que la incorrecta palabra ‘imaginaros’ quedara grabada a fuego en la mente de cualquier ña que se precie. Así que ahora imaginaros que viajamos hacia atrás en el tiempo a un lugar donde cuatro individuos degluten pasteles de carne mientras vuelven más atrás en el tiempo viendo un Real Madrid-Atlético Madrid del año 94/95, casualmente el primer partido de Raúl en el Bernabeu. Sin embargo no es el coleccionista de hijos el tema de conversación, ni siquiera ese comentarista de Real Madrid TV que ni siquiera veinte años después es capaz de reconocer que el penalti pitado al Madrid no es tal. No, los protagonistas son Makelele, Conçeiçao, Diarrá, y en definitiva todos aquellos jugadores madridistas cuya negritud les hacía pasar un doble reconocimiento, el médico y el de un Chendo que da lustre a este campeonato que lleva su nombre. Porque sí, por mucho que David se muestre más preocupado de que el elástico del calzoncillo de su compañero de sofá no pierda firmeza y no acabe desvelándole la raja del culo fideliana que de la pantalla que tiene delante, lo que está en juego es el primer partido de uno de los torneos en honor al totanero. En concreto aquel en el que la pareja manta intentará evitar que Brasil llegue tan lejos como se preve en manos de Rubén y Fidel. Y el primer paso de la pareja frandavidiana es adecuado, un aceptable 0-0 llevando a Rusia en un encuentro bastante equilibrado en cuanto a ocasiones que hace preguntarse a Fidel por qué los muñecos cariocas son tan malos, y también cómo es posible que uno de ellos tenga un nombre tan anglosajón como Fred, algo que se contesta él mismo cayendo en la cuenta de que si Alfredo Silva jugara en la verdeamarelha probablemente tendría ese mismo apodo. Y es él precisamente (Fred, no Alfredo) el que abre la lata camerunesa en el segundo partido con un gol que tiene pinta de que no será el único. El oráculo de La Unión aventura entonces que esa derrota por 1-0 es un buen resultado. Lo raro es que tras encajar el 2-0, el dueño del Sandero continúa insistiendo en que ese marcador también es bueno. Su compañero Fran no entiende nada y menos aún cuando les cae el 3-0 y al araña lo sigue considerando positivo. En tono incrédulo, la concurrencia pregunta a David que entonces el 4-0 debe ser también un resultado válido, y el señor Baños les confirma que sí, lo que poco después lleva a su pareja a estar a punto de levantarse y celebrar junto a sus carcajeantes rivales el que les hayan endosado el cuarto. Afortunadamente para el del marcador electrónico no hay tiempo para más que para que David confiese, una vez finalizado el encuentro, algo que no quería decirle a Fran para que no se dejara llevar (¿?). Y es que el 5-0 también les habría valido, todo ello siempre y cuando ambos ganen el siguiente partido llevando a Suecia. Claro que, al igual que Rubén descubre en ese momento que lleva puestos los mismos vaqueros con los que empezó el año en aquel callejón del que sus calzoncillos nunca regresaron, la pareja frandavidiana descubre pronto que su pretendida misión es imposible. Al top one no le importa que los chuts de Óscar denoten que pierde aceite (al fin y al cabo él reconoce que perdió metano en el susodicho callejón) siempre que estos acaben dentro de la portería, y es justamente eso lo que ocurre. Si el 1-0 ya complica las cosas a los mantas, cuando llega el 2-0 queda claro que aquello es irremontable. A Fran le da entonces por reflexionar en que una vez finalizada la fase de grupos, se da la paradoja de que cuanto mejor (¿?) juegue más probable será que no juegue más (y viceversa), mientras que a su desesperado compañero David le da por buscar, de cara a los octavos de final, a la selección de EEUU dentro del continente Oceania. Una vez que es reconvenido, y que cumple con el doloroso (3-0) trámite de caer, más fácil le resulta al hombre encontrar a Holanda para el partido de cuartos, y sí, ello supone no decir nada sobre el duelo entre equipos americanos, pero qué decir de un encuentro que se hace eterno hasta para la pareja ganadora. El araña está ya fuera de servicio y más recostado que Bertín Osborne en Contacto Con Tacto, y solo le falta descubrir que el portero neerlandés es negro (probablemente aquel del Ajax de infausto recuerdo), para que el desinterés por el juego sea total, calificando la tonalidad del guardameta como ‘negro brillante’, y derivando la conversación hacia cuestiones como cómo de negro era el callejón en el que Rubén buscó oscuridad y soledad y solo encontró lo primero, o de qué color eran los calzoncillos que alegraron la mañana siguiente a un empleado de Limpiezas Cespa. Lo que no es cuestionable es si el torneo va a continuar tras el 4-0. En cuanto a David, ya ha asegurado antes de empezar el anterior encuentro estar exhausto mentalmente, algo que demuestra cuando el jugador controlado por él se queda durmiendo. Por su parte Fidel no sabe si está más saturado de horas de trabajo, kilómetros de carretera, o regates con el pad. Y finalmente Rubén, que venía dispuesto a homenajear al Míguel, acaba descubriendo que el exceso de partidos lo que provoca no es que los ojos salgan de las órbitas, sino que se metan dentro de ellas. Algo normal teniendo en cuenta que es ya la una de la mañana, hora en la que ni siquiera Fran recuerda que ha logrado el único gol de la pareja en todo el torneo. No queda otra por tanto que congelar la velada e invocar a Ginés Carvajal con un ‘imaginaros que han transcurrido 208 días, y lo único que ha cambiado en ese salón han sido las gafas de David...jeje’. Un David que, transcurrido ese tiempo, lógicamente no recuerda nada y (re)descubre con horror su actual situación, con Fran como pareja, teniendo que parar a Brasil, y con los cariocas en semifinales y goleando. Hay sin embargo un halo de esperanza, y es que a Rubén le sangran los ojos al contemplar esos enormes píxeles en la pantalla franciscana, lo que le lleva a confesar que en estos meses ha estado jugando al FIFA (¡herejía!) en la PS4 de su sobrino, un fenómeno que no solo golea a su tío habitualmente, sino que cuando le va mal el partido no duda en desenchufar la consola para evitar la derrota, algo que obviamente, al estar prohibido (¿seguro?) en los estatutos, no hace un espinardense por mucho que la primera mitad de las semifinales no le esté saliendo bien. Porque Brasil no pasa del 0-0 y la pareja manta confía en que el encuentro se mantenga igual de soporifero para aprovechar el factor Ibrahimovic en la segunda mitad. Desgraciadamente para ellos solo se cumple la primera premisa y, aunque el buen juego sigue brillando por su ausencia, el gol que llega es el que da el acceso a Rubén y Fidel a una final tan igualada como las semifinales, y también decidida con un solitario gol brasileiro cerca del final, cuando Fran ya había dejado a los italianos con diez, circunstancia que provoca en David una queja pero con la boca pequeña, ya que en el fondo lo que está deseando es acabar la agonía y cambiar de pareja de cara al resto de una velada que promete...
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