RUBÉN
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FIDEL
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DAVID
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FRAN
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jueves, 2 de octubre de 2014


Highlights. Tras años siendo criticado por su tardanza, la reciente puntualidad de David amenaza con ser también un problema. Y es que el araña cada semana se deja caer antes por el hogar franciscano, lo cual puede acabar provocando que llegue el día en que el hombre empalme el fin de una jornada con el inicio de la siguiente, y no abandone la sede en lo que más que una paradoja espacio-temporal, sería una cucarachada en toda regla (de ahí quizá el empeño davidiano en averiguar si Fran vive ahí). En cualquier caso ese no es ahora el mayor de los problemas del anfitrión. Lo es, cuando apenas lleva 10 segundos en el interior de su hogar, averiguar quién ha tocado el timbre. El hombre observa por la mirilla y únicamente ve a su vecina esperando el ascensor, pero aún así, obviando toda lógica, y convirtiéndose en una víctima más del 'efecto vestíbulo', el embaucado anfitrión abre la puerta para preguntar a la vecina si ha sido ella la que ha tocado el timbre. La cara de desconcierto de la mujer es solo comparable a la de un Fran que no entiende nada hasta que regresa al interior y encuentra la cara de David retransmitida por el fonoporta. El araña es tan puntual porque llega empalmando (que no empalmado) de la universidad, y con ganas de repantingarse en el sofá para dormitar en una de esas posturas que etiquetan claramente a alguien como 'no-ganador del torneo'. Afortunadamente cuando, mucho después, aparecen al alimón Rubén y Fidel, el unionense ya ha recuperado la energía como para pedir escuchar la gallarda versión del 'Yo no he disho na (extended version)' que hace preguntarse a los recien llegados sobre cuál de los dos está peor, el consumidor peñafielano, o el suministrador que dedica su tiempo en buscar estas cosas por internet. En lo que no hay debate es en cuál es el jugador más hot de la casa. Un Fidel que llega abriendo ventanas y pidiendo el aire acondicionado, y que incrementa su quemazón para con todo lo que se mueve, como los mandos que cada semana escalan por la pared hasta esconderse en el mueble de Fran, obligándole a él cada semana a colocarlos correctamente. Hasta que Rubén, con las diplomáticas formas que todos esperamos, hace saber al benjamín que sus quejas son excesivas, y reconduce la conversación hacia temas más constructivos como el culebrón de la gata, que en este tercer capítulo parece ser realmente un felino. El que no se siente muy felino es el compañero del ña en el primer partido, un Fran que ya avisa en los primeros minutos con un 'no me encuentro bien' que hace relamerse a Fidel y David. Porque además parece que su PSV es mejor equipo que el Torino, y lo demuestra con un gol que es suficiente ante lo poco que hacen los italianos. El segundo partido une al que no se encuentra bien con el que tenía sueño, respondiendo ambos al apellido manta. No queda otra (o sí) que intentar echar mano del terrorismo musical y enchufar a todo trapo a Peñafiel, por mucho que la vecina de enfrente se quede mirando semejante espectáculo. Espectáculo al que hay que añadir el de las continuas toses provocadas por el dengue del unionense y el palmareño, y la celebración del primer gol de una pareja que, a ritmo de Melody, consigue también un mano a mano de libro desperdiciado por el intento ¡de vaselina! de Fran, y otro igual de claro desaprovechado por un David que, poco después, comete penalti por embaucarse intentado explicar quién era la hija de Los Serrano. El surrealismo de la situación hace sin embargo mella en un Fidel que lanza el penalti a lo Sergio Ramos 1.0, y que poco después vuelve a errar otra pena máxima estrellándola en el palo, lo que le lleva a iniciar la campaña 'stop música'. Lo bueno para él y para el ña es que todo esto ha sucedido en solo 45 minutos, y que Sergio Garcia es un crack con el que segundón da la vuelta a la tortilla en la segunda mitad. En el tercer encuentro Fidel parece de nuevo haber elegido al equipo superior, y es que Cavani es un crack que solo tiene un defecto, no sabe tirar a puerta. Tendrá que ser ya en el último minuto, y jugando contra diez por la (luego trascendente) expulsión de David, como los hermanos consigan marcar en un dos contra el portero el que será gol de la victoria que deja, antes de la cena, a todos con tres puntos salvo al perfecto Fidel. Ha sido una primera vuelta dura, y eso se nota en un ambiente en el que 'huele a hombre', lo que lleva a los nuestros a entonar el '¿quién es ese hombre?' intentando averiguar el origen. El enigma queda sin embargo, y nunca mejor dicho, en el aire, una vez que todos pasan a la mesa a comentar noticias como la del camionero orgulloso de haber traído el dengue, y a esperar a que Fran les vaya sirviendo pan caliente. Pero parece haber un problema en la distribución panera toda vez que la cantidad recibida parece ser proporcional a la distancia con el tostador. Y así, Fidel acumula más de un trozo mientras David espera impaciente su primera rebanada. Lo peor es que además la calidad también parece proporcional a la lejanía, porque para cuando al araña le lanzan de mala manera una tostada, esta tiene un tono más oscuro que el water de Marino o el lugar donde mordía Taylor. Una vez resueltas estas incidencias, y llenados los estómagos, nuestros protagonistas se ponen a hacer cuentas y, tras las mismas conversaciones, llegan a la conclusión de que a Fidel aún le falta un empate para ganar. Su único handicap es que llevará a los equipos en teoría peores como el Torino, pero Rubén echa una mano eligiendo la táctica del rombo. 'La cambiaré cuando nos metan un gol' es una premonitoria frase que se cumple en el minuto dos. El resto de la primera mitad es sin embargo una trombada holandesa pero light, ya que su dominio se traduce en pocos tiros y apenas les da para empatar. En la segunda parte, y ya sin trombada, espinardense y anfitrión verán impotentes como la efectividad italiana da la cuarta victoria a un Fidel que ya es ganador. Aún así no reduce su rendimiento y en el quinto encuentro ayuda al ña a que el limitado Sparta se llegue a poner 3-0 mediada la segunda mitad. Fran se quema con el resultado y saca el hacha, lo cual paradójicamente le va bien. Consigue su segundo gol de la noche regateando al portero (lo que lleva al resto de ña a preguntarse si realmente quería hacer eso), y otro tanto que lleva a preguntar al top one si Fidel no se estará dejando. Pero no lo hace porque aún tiene un reto, conseguir un pleno de victorias. El reto de David y Rubén es conservar el empate en el último partido, sobre todo para un ña que así será segundo gracias a la roja de David. A Fran solo le vale ganar y sale pegando leña, y pegando un tiro al larguero tras jugadón de su hermano, lo que provoca a los no-palmaraeños la risa histérica y un nerviosismo extraño (les vale incluso perder 1-0) que lleva al top one a declarar 'que malo soy'. Pero al final no es para tanto y el partido finaliza sin goles, lo que deja a Fidel sin su pleno, pero sí con una primera posición que le hace marcharse de la sede como lider del campeonato, empatado con un Rubén que parece empeñado en conseguir el apelativo de segundón, al igual que David parece abonado a una tercera plaza que, por ahora, no le vale para evitar el top manta pese a alcanzar a Fran.

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