Highlights. Si se tiene en cuenta que en el año 1994 la Casa Real encargó a Antonio López un cuadro de la familia real, y éste acabó entregando la obra en 2014, se podría pensar que el Nevera es un campeonato que DavidPro ha pedido organizar al pintor ciudadrealeño. Y es que este campeonato se inició nada menos que en 2019 y desde entonces solo se han disputado tres torneos, así que digamos que adolece de lo mismo que el discurso de Arrabal, que podría ir 'más rápido'. Afortunadamente eso es lo que está a punto de suceder, aprovechando que el hombre que antes vivió precisamente en la calle Antonio López de Madrid, y que desde hace unos años lo hace en el Campello, viene a El Palmar a darlo todo. Bueno, sin pasarse, porque aunque el medidor de sapos no ha cambiado de localidad sí lo ha hecho de calle, lo cuál ha conllevado la consiguiente mudanza, y con ello la consecuencia de que su lumbago esté para pedir tiempo muerto. Una opinión que no comparte el médico que le examinó recientemente y que determinó que su espalda estaba 'bien para la edad que tienes', frase que te hace replantearte muchas cosas, como el hecho de recorrerte 200 kilómetros para jugar a un videojuego cuando pasas sobradamente los 40 años. O el hecho de haber firmado a esa edad una hipoteca para tu primera casa. Porque sí, Fidel se acaba de mudar a su primer piso en propiedad, un pedazo de ático dúplex. Al conocer esta noticia, David, que también está a punto de firmar su primera hipoteca, no duda en frotarse los dedos señalando que el segundón maneja billetes ($$$), no como él, que ha adquirido un inmueble tan pequeño que no hay que limpiarlo porque el polvo no cabe, y que no tiene ni un mísero balcón mientras que el del campellero ($$$) consta de una gran terraza con vistas al mar y a la montaña. El araña es informado de esto por Fran mientras esperan la llegada de Fidel y de un Rubén que no recuerda el número de piso y tiene que llamar por teléfono, y que cuando le abren parece que tampoco recuerda cómo llamar al ascensor, de tal forma que el descompresor está en el vestíbulo de su casa con la puerta abierta y un ojo en el ascensor y otro en el fonoporta, no habiendo actividad en ninguno de los dos. Hasta que por fin la luz del elevador se ilumina, pasan unos segundos, y cuando se abre la puerta aparece…una vecina. Pero ni rastro de un ña que vuelve a llamar por teléfono diciendo que se ha dejado algo en el coche, y que al poco vuelve con dos cosas fundamentales, un paquete de cervezas, y otro paquete un poco más grande que acaba de aparcar y que responde al nombre de Fidel. Las cervezas, que se intuye que acabarán consumidas en una distribución 8-2-2, suponen la única aportación gastronómica de los ñass junto con una serie de latas traídas por el top one entre las que hay una lata de mejillones picantones. Lo único picante del menú, teniendo en cuenta que no va a haber barbacoa chorizo-picantona y que los invitados lo van a confiar todo a lo que haya en el frigo del anfitrión. Arriesgada decisión teniendo en cuenta que el mismo cuenta con cervezas caducadas hace 10 meses, lo que reaviva las sospechas de si Fran realmente vive allí. Uno de los motivos de que la barbacoa no se haya realizado, más allá del poco cariño demostrado por los ñass para con la organización de este evento, es el hecho de que la previsión meteorológica no fuera halagüeña. Pese a ello, en principio la comida va a ser en el exterior, aunque en cuanto comienza a soplar una leve brisa los señores mayores deciden replegar velas, no vaya a ser que se resfríen, y meter la mesa de la terraza dentro. Una mesa que sufre el efecto ‘chatarrero en el sofá’, porque resulta que no ‘coge’ por la puerta pese a los ocurrentes intentos de un Fran que tiene que admitir que ssss….no es posible, que hay que deshacer todo lo hecho y pasarse al salón. Es allí donde comienza un aperitivo que no se puede catalogar como mítico. Una bolsa de patatas fritas, unos snacks que David tira por tierra cuando ve que son de lentejas (aunque luego caen), y un bote de aceitunas que el propio David abre para comprobar perplejo que allí, junto con alguna oliva, no para de salir líquido, de tal forma que el cuenco acaba lleno y se hace necesario vaciarlo una y otra vez para evitar que las olivas parezcan Gemma Mengual y Ona Carbonell haciendo natación sincronizada. También está la lata de mejillones de un Rubén que pensó en traer mejillones para cocinar, pero decidió no hacerlo creyendo que a Fidel no le gustaban. Lo que no sabía es que Rafa Márquez ha cambiado de gustos y ahora le gusta ‘to lo caro’, ya sea el pulpo o el jamón, ‘pero solo el del bueno’ ($$$). Sin embargo esta vez el alicantino se tendrá que conformar con el hattrick pizzero que su hermano acaba de sacar del horno mientras él hace recuento de la gente que le ha intentado robar en el último mes. Desde ese individuo desconocido que se coló con nocturnidad en su terraza a rebuscar en su armario exterior, hasta ese individuo bien conocido como ex-casero que se ha apropiado de 300€ de su fianza por no haber dejado el horno limpio. Ya solo le falta que se le mudé al lado un Míguel que al parecer también tiene gusto por robar, en este caso el wifi a la vecina. A lo que no acostumbra el Palazón es a pasarse por una cocina que tiene impoluta debido a que la usa menos que Fran la cafetera. Y eso es mucho decir teniendo en cuenta que conserva café caducado en 2020, dato que lleva a preguntarse de nuevo si el devorador de periódicos vive ahí, y si hay algún sitio cerca donde tomar café. O una infusión, como hacen el descompresor y un araña que confiesa que ya no da para dos cubatas, mientras que Fidel se pide la copa de chocolate más pija ($$$) que tienen en el Cajón Desastre. Porque al hombre lo de consumir café normal ya no le va, y cuando va al súper y ve Marcilla o Bonka, debe pensar lo mismo que el chatarrero de la manga al ver un folleto del Aldi. A él el café se lo traen de Galicia ($$$) no sabemos si con ingrediente secreto. Ya le gustaría a David que su hermano tuviera esa alegría para con el gasto, teniendo en cuenta que le costó lo suyo convencerle de hacer un viaje a Lisboa que el otro Baños pretendía cambiar por un plan alternativo consistente en ir al peñón de Ifach y a un spa. Esto no es algo que sorprenda en alguien que consideró comprarse un coche sin aire acondicionado en Murcia, pero lo que que llama la atención es que sí se haya gastado las perras en una televisión de 75 pulgadas para una casa en la que básicamente se ven partidos del Atleti pirateados y telenovelas de Nova en calidad SD, con unos pixelacos que no tendrán nada que envidiar con los que están a punto de aparecer en la tele de Fran. Porque a falta de partida de dardos, los ñass han regresado a la sede en la que esperan que el anfitrión se aclare no sólo con los mandos, sino con la instalación de la PS2 en general, para poder dar inicio a un nuevo torneo. Una vez hecho el sorteo, y comprobado que en esa casa están caducados hasta los bolis ('¿seguro que Fran vive aquí?') comienza la acción pero sin ritmo. Fidel se pregunta por qué no hay música en el juego y la respuesta la obtiene al activar la correspondiente opción en el menú, pasando a escuchar una banda sonora que podrían haber compuesto Niña Pastori y Ketama. Una decisión la de Konami tan apropiada como la de David de autoproclamarse como 'campeon actual' (frase que delata que está contagiado del 'virus Fran' que te condena al fracaso). Porque cualquiera sabe que una guitarra española y unas voces aflamencadas casan tanto con un videojuego de fútbol como oír a cuatro señores de más de 40 años pegando gritos como 'métemela por ahí' o 'ábrete' mientras sueltan gemidos cada vez que el balón sale cerca de una portería en la que parece que no van a marcar por mucho que lo intenten. Tan desacertados están que hasta Carlos Martínez suelta un 'intenta un disparo que lógicamente se va fuera' que resulta ciertamente ofensivo. Acabado el primer partido sin goles, en el segundo los manta no defraudan y encajan un tanto al poco de empezar. Tampoco defrauda un Fidel pulsando el botón de pausa en el momento más inoportuno, cuando no lleva la pelota y un jugador contrario está a punto de ser fulminado. Quizá a modo de revancha la pareja manta se encorajina en la segunda mitad y, aunque acaban con dos expulsados, caen dando buena imagen. Aún así en el tercer partido el araña empieza a no verlo claro, empezando porque se niega a inscribir a un equipo llamado Tyneside. Luego lo ve más negro porque dicha escuadra viste de oscuro y algunos de sus jugadores son de ese color que tanto fascina al araña, y finalmente porque una vez que comienza el partido se da cuenta de que lo ve todo literalmente oscuro, que no es problema suyo sino de la tele. Vía libre para que Fidel dé rienda suelta a su pasión por los mandos y configure la tele en modo deporte, también conocido como modo quema-retinas, de tal forma que Rubén amenace con sacar las gafas de sol para seguir jugando en ese césped que ahora parece radiactivo (y que puede dejar marcas en la tele), y Fran se anime a entonar un 'jugar cegados no es jugar' al ritmo de Sergio Dalma, (lo cual lleva a recordar aquella mítica versión anónima y entregada que amenizó unos cuantos torneos y amenazó unos cuantos oídos). El tema es que el descompresor también se entona futbolísticamente marcando dos goles, incluyendo uno por la escuadra que haría preguntarse a cualquiera si es que el devoraperiódicos ha estado entrenando estos meses, algo que viendo lo que le cuesta montar la play está claro que no ha sucedido. Lo que también está claro es que el unionense no tiene su tarde y en el cuarto encuentro tampoco le ayuda Konami, con un penalti y expulsión de un Kanibolotskiy (rebautizado como Canibalisky) al parecer controlado por la máquina. El que sigue marcando como una máquina es un anfitrión que tras el 3-0 se postula como candidato a la victoria, aunque para ello deberá puntuar con un David que lleva toda la tarde oyendo a sus compañeros decir aquello de 'estamos jugando bien', pero ninguno de ellos ha conseguido obsequiarle un mísero gol. Tampoco le regalará uno un Fran que tras la derrota se despide de sus opciones de ser campeón, al igual que se despide de su chaqueta un Rubén cuya temperatura corporal ha subido tanto como sus facturas de la luz en verano. Y es que su querencia hacia el aire acondicionado, con sus consiguientes picos de utilización en julio y agosto, provoca que su gráfica de consumo anual parezca el perfil de una etapa del Tour con subida a Alpe d'Huez y el Tourmalet. El top one y Fidel van a ser, tras las cuentas de siempre, los que se jueguen el torneo sirviéndole el empate al espinardense. Un resultado que parece probable viendo que Brighi (la Brigi) y el resto de futbolistas en el campo, cada vez que disparan a puerta parece que están en Cabo Cañaveral lanzando un cohete, viéndose ángulos de tiro tan enormes que parecen físicamente imposibles. Así que aunque el Torino (rimas aquí) es peor equipo, nadie es capaz de marcar un gol y el 0-0 final confirma que Rubén ha ganado el torneo, confirma que Fidel tiene el campeonato en su mano, y confirma que David no debió presumir de 'campeón actual'. Lo que nadie consigue confirmar después de ver como Fran se baja en el ascensor con la basura junto con el resto de ña, es que el palmareño realmente viva allí. Habrá que preguntar en Hacienda.
jueves, 8 de diciembre de 2022
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