Highlights. El Míguel estaría orgulloso si conociera que la primera acción destacable de ñasspro en 2017 es un ataque epiléptico. Concretamente el sufrido nada más abrir la puerta de casa por un Fran cuyo cerebro aún no ha conseguido realizar las pertinentes conexiones neuronales para encontrar explicación al hecho de que las luces de su hogar estén encendidas pero aparentemente allí no haya nadie, cuando recibe una dosis extra de información en forma de timbrazo del fonoporta que lleva su mente al estado overflow. Aún sin acabar de saber qué está pasando, se gira para ver que al otro lado de la pantalla está un David cuya puntualidad va a conseguir que Rubén sea por una vez el último en llegar, pero cuya (habitual) inacción para llamar al ña y pedirle que se acerque al chino, va a impedir que éste llegue cargado con esas cervezas que tanto desea. Así que no le queda otra al araña que ir al frigo y conformarse con ese litro de Estrella cuya fecha de elaboración solo podría ser establecida con Carbono 14, y cuyo grado de espuma hace ya mucho que tendió a cero. Pese a ello Fidel, que es el que está allí antes que ninguno, se pide un vaso y se une por tanto a la cata de micciones de cebada mientras celebra con alborozo que a partir de ahora las barbacoas franciscanas también se puedan celebrar en la planta baja. Y todo porque los de Movistar más que un router, lo que le han colocado a su hermano en el salón es una parrilla con conexión a internet. Sacar el tema barbaconiano en la conversación da alas al anfitrión para recordar que su candidatura para denominar el campeonato que está a punto de iniciarse es 'Patatas Cocidas', algo que no comprende un David que ya tenía en el olvido aquella parrillada en la que Fidel Copperfield convirtió los choricillos en patatas cocidas y le dejó falto de esa chicha que tanto le gusta. Lo que no les gusta ni al amante de los tubérculos ni al de la chacinería es la baja temperatura que según ellos registra la sede, algo que resuelve Fran casi con tanta celeridad como la que tiene para abrir su base de datos y atiborrar a ambos de unas estadísticas que, atención Konami, ¡han pedido ellos!. La excusa es recordar una época futbolística que empieza a quedar lejos, en caso del segundón por distancia física, y en el del padelero porque lo más cerca que ha estado de algo relacionado con el Barnés fue cuando coincidió en unos vestuarios con cierto culo peludo. Y hablando de traseros, al que le están yendo de culo las cosas en el portal es a un Rubén que acaba de llegar y que, pese a marcar repetidamente la contraseña 1985, no consigue acceder al interior. Pensando que su memoria ya no es lo que era, solicita ayuda vía whatsapp y Fidel le informa de que hay una nueva contraseña, 1555. También habría estado la opción de levantarse hasta el portero automático y abrir al ña, pero eso sería lo fácil. Sobre todo teniendo en cuenta que la contraseña NO es 1555 y que por mucho que teclee el espinardense el renombrado número, la puerta va a seguir más cerrada que la de la Alhambra aquél recordado día. Por suerte Fran se ha percatado del error de su hermano y se dirige hasta el interfono para…¿abrir al ña?. ¡No! para ver cómo introduce el número que, esta vez sí, le han pasado correctamente. Lo sorprendente es que todo ello no produce en el top one la más mínima quemazón, es más, el hombre se muestra dispuesto a bajar al chino a por cerveza, quizá con la esperanza de vivir en sus carnes el episodio ‘mau, mau’. Y aunque al final el que le acompañe sea Fidel y no David, y aunque en lugar de a ese chino vayan a la tienda de al lado, ambos regresan satisfechos con la bebida, unos pasteles de carne, y una ración de conflicto lingüistico con un dependiente que les ha ofrecido una marca difícil de determinar, ya que el irreconocible fonema salido de su boca (m’brau) que nuestros ñass habían intrepretado como Mahou, al parecer quería decir Finkbrau (la cerveza del Lidl). De lo que ya sale menos contento el amante del rock progresivo es de tener que pagar, no como en Nochevieja cuando al camarero se le olvidó cobrarle nada menos que seis copas. Habiendo empezado tan bien el año (o eso creen el resto de ñass que aún desconocen lo que escucharán sus oídos poco después) es normal que el top one no se queme ni siquiera con un Alex Crivillé que ha llamado burros a todos los deportistas que cotizan en España. Un Crivillé que podría haber sido el protagonista de la conversación prepartido, como también lo podría haber sido ese Thomas Muller usando el pasaporte para hacer como que habla por el móvil. Sin embargo, la llegada de los Reyes Magos a la sede lo eclipsa todo. En este caso es solo un rey, en lugar de camello ha venido en Focus, pero igualmente conserva la barba. Lo que ya flojea en estas fechas es el presupuesto para embalajes, ya que el regalo que trae viene en una bolsa de Deportes Moya (para regocijo de los rimadores) que a su vez contiene una caja de bizcocho artesano (más regocijo). El regocijo es aún mayor cuando se descubre que en el interior hay nada menos que tres mandos de PS2, y torna en hilaridad al descubrir que el primero de ellos lleva enroscado un cabello cuya longitud nada tiene que envidiar a la del sapo más famoso de esta web. Descartado que tenga relación con ninguno de los presentes, hay que discernir si se trata de un pelo largo de heavy o de chica, y dado que nos encontramos con un grupo de hombres de ciencias, se procede a realizar un test infalible, darle el mando a David para que lo huela. Su esnifada determina olor a crema y por tanto de chica, para tranquilidad de unos ña que ahora esperan el ritual habitual de que Fran coloque mal los mandos y Fidel los recoloque. Algo que el primero hace con su habitual eficacia pero no así el segundo y segundón, que ahora descubre horrorizado como, con tres mandos exactamente iguales, todo su saber en este materia deja de tener valor. Tal grado de confusión alcanza el madrileño que arranca con su habitual sutileza a la pobre memory card que pasaba por allí y que no tenía culpa de nada. Pese a ello al final no le queda otra que reconocer su derrota y, en lugar de cambiar los mandos, cambiar a las personas que los llevan. Sin embargo la pesadilla para Rafa Márquez no acaba ahí, ni siquiera cuando el sorteo le encasqueta lo peor que te puede tocar como pareja (Fran llevando a Brasil), es que además la refulgencia del nuevo pad lleva como contrapartida la ausencia de células muertas anexas a él y por tanto la falta de agarre, algo que le impide jugar bien. Por suerte el (auto)regalo de Reyes incluye un par de grips para colocar sobre el mando que mejoran el agarre así que qué mejor oportunidad que ésta para parar el encuentro y hacer uso de ellos. El problema es que la frase ‘Rubén, ¿me pasas el grip?’ lleva al cerebro del ña a buscar el significado de la palabra grip, y aunque la encuentra dentro de la extensa sección que su cabeza tiene dedicada al motociclismo, eso no le cuadra a su sistema neuronal que decide una desconexión total, con lo que en lugar de decidir contestar a Fidel con un ‘¿qué quieres?’ o un ‘¿a cualo?’ da la orden al brazo de entregar lo que tenga entre las manos, en este caso, su propio pad. Aclarado el entuerto, pero no el problema de agarre, el juego continúa ya con 0-1 para los rusos, que en la primera jugada han marcado con un pepinazo que toca en los dos palos. El resto del encuentro transcurre entre la quejas fideleras sobre la poca calidad de los cariocas, y los sudores de unos Fran y Rubén que comparten termostato y que obligan a quitar el aire. Lo que nadie se espera es que en el 88 aparezca la calidad brasileña con un golazo desde lejos de Fidel que tampoco preocupa demasiado a un David que ha hecho sus cuentas. O quizá es que sabe que puede confiar en el equipo liderado, al menos en lo humorístico, por la pareja Emana-N’kolou (enculo para Rivero & ñass), y que cuenta en el banquillo nada menos que con el también destacado Chupo-Moting. Y acierta (David, no Rivero), porque otra vez en la primera jugada del partido, y de una forma muy similar, los brasileños encajan el gol que les acabará costando el encuentro, no sin antes, y ya con el aire otra vez puesto, encajar un segundo tanto que les estropeará el golaverage de tal forma que ante los suecos no les valga cualquier victoria. Si es sólo por un gol de ventaja, el cuádruple empate a puntos dejará fuera a los cariocas, mientras que si es por dos goles les dejará igualados en la segunda posición con los suecos y con igual diferencia de goles pero menos goles marcados. Por tanto hace falta una goleada y el Rafa Márquez murciano decide reflexionar sobre qué haría en esta situación su ídolo Chendo, el hombre a quién quiere dedicar este campeonato. Y haría lo de siempre, tomar medidas. Afortunadamente la clase de medidas tomada por Fidel no incluye bajar los pantalones a nadie, sino simplemente deshacerse del mando nuevo y reemplazarlo por uno de los antiguos, algo que parece funcionar visto que esta vez no encajan en la primera jugada del duelo, tampoco en la segunda, e incluso logran un gol en la primera mitad. Gol que desgraciadamnte para ellos no encuentra réplica en la segunda parte, quedando definitivamente finiquitado el torneo, y dando paso a la cena no sin antes escuchar esa esperada historia que el top one ya había anunciado que gustaría a la audiencia, y que le supuso inaugurar el año en una situación que podría formar parte de las escenas eliminadas (eliminada por escatológica) de ‘Algo pasa con Mary’. Una celebración de Nochevieja que finaliza, un callejón oscuro, un culo blanco, unos zapatos en el suelo, alguien haciendo un Jesucristo, y la petición de tabaco más inverosímil que oiréis jamás en vuestra vida, son los ingredientes de esta película cuyo argumento supera el de otros films rodados en La Manga o en la Plaza de Europa, e incluso el de aquella obra maestra intimista rodada en un contenedor devastado por alguien enfundado en neopreno. Historias todas ellas, sobre todo la recién conocida, que animarán la cena y el resto de la velada, pero eso ya forma parte de otro campeonato…
viernes, 13 de enero de 2017
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