RUBÉN
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FIDEL
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DAVID
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FRAN
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lunes, 11 de julio de 2016


Highlights. Son las once de la mañana de un caluroso lunes de Julio, y los hermanos Martínez yacen sudorosos en un sofá cuya piel amenaza con fusionarse con la de ambos, todo ello mientras en la televisión Fernando Esteso, tras salir del bingo junto a Andrés Pajares, pregunta a una mujer negra ‘¿vamos a tu casa, o está tu marido Kunta Kinte?’. Una sorprendente escena (la de la sede palmareña, no la de Los Bingueros), teniendo en cuenta que el hermano menor debería estar en ese momento a 400 kilómetros de ese sofá, y que el mayor, aunque más cerca, también debería estar trabajando, justo como hacen unos Rubén y David que en ese momento no sospechan nada de ese torneo de ñasspro al que han sido convocados por un Fidel que ha decidido que es un buen día para cambiar el disfraz de segundón por el de araña. Algo que desconoce un ña que, acalorado y recién comido, aporrea la puerta de la sede a las cuatro de la tarde, la hora a la que fue citado por el aficionado a medir sapos. Pero por allí no se escuchan ni sapos, ni perros del vecino, ni nadie perteneciente al genero humano. Lo único que se oye en esa escalera son las gotas de sudor cayendo por la frente de Rubén, aunque afortunadamente antes de que la primera de ellas llegue al suelo ya está la puerta del ascensor abriéndose para dar paso al anfitrión. Una vez que la sede queda inaugurada, y la entrepierna del espinardense refrigerada, llega la hora de preguntar dónde está Fidel si se supone que los Fernández venían de una comida familiar. No le queda otra a Fran que confesar que, tras convocarles a las 14:30, su hermano les había hecho finalmente la cobra y no se había presentado. Un mal presagio que se confirma cuando, a las 16:30, el residente en Madrid da sus primeras señales de vida con un escueto ‘voy’, que llega a los teléfonos ñasseros casi a la misma vez que David hace su entrada en la sede sorprendido de no ser el último en aparecer, y cabreado de pensar en esa siesta que no se ha pegado y que tanto necesitaba, (y quién sabe si también porque alguien le esté usurpando el calificativo de araña). Así que dado que están todos salvo el convocante, no queda otra que esperarle, aunque al menos la actualidad siempre da motivos para que nuestros ñass le den a una de sus pasiones, rajar. La campaña #todossomosmessi dirigida por el F.C. Barcelona en apoyo (¿?) a un Messi condenado por defraudar a Hacienda, es un buen combustible para David y sobre todo para ese hombre que ahora es agente tributario, y del que por cierto resulta sorprendente lo rápido que ha llegado hasta la sede pese a que es al que le pilla más lejos. No le queda otra al ña, ante las inquisiciones sobre el tema, que confesar no ya que come en casa de sus padres de forma habitual, sino que en cuanto engulle el último trago sale disparado casi sin despedirse, de tal forma que para cuando su madre se quiere dar cuenta su hijo está ya viendo el cartel de ‘Bienvenido a Montepinar’, demostrando una velocidad de reacción (y falta de protocolo) digna de cierto personaje cuando veía el cartel de ‘Bienvenido a Totana’. A todo esto son ya las cinco de la tarde, y dado que ya se han tocado todos los temas comunes (como la playa de Calblanque, con un Rubén que se quema porque los residentes en Los Belones sí puedan entrar en coche), no queda otra que lanzar la campaña #todossomosfidel para apoyar a ese hombre que, 75 minutos después de lo previsto, hace acto de presencia. Y puede que sea porque el aire acondicionado ha enfriado los ánimos, o quizá porque las disculpas fidelianas han sido aceptadas, pero finalmente el único castigo para el segundón/araña es quedar fuera del sofá y tener que rozar su peluda pierna con la de Rubén desde el taburete. Aunque hay otro castigo añadido que es tener que recolocar los mandos, porque su hermano, pese a tener más tiempo que nunca (o quizá por ello), los ha situado de tal forma que en el menú del juego ya no es que aparezcan los colores de los jugadores intercambiados, es que aparecen nuevos colores nunca visto como el verde, e incluso otros que probablemente bordean el espectro visible. Tal es el batiburrilo organizado por el devorador de periódicos que por primera vez Fidel se ve superado y necesitado de ayuda para la recolocación (o acomodamiento, como diría Di María) de pads, aunque finalmente lo consigue y el torneo echa a andar sin (más) demora debido a que uno de los participantes se tiene que ir pronto. El (auténtico) araña no se puede quedar, y se va a perder por tanto la cena en la terraza, motivo por el que suplica que reservemos y no lancemos a la plancha esos choricillos que, pese a llevar seis meses en la nevera franciscana, David prefiere que se queden ahí esperando el día que él pueda saborear semejante exquisitez (3,50€ en Carrefour, por cierto). Su pareja en el primer partido responde al apodo de top one, aunque no parece demostrarlo en el terreno de juego. La fraternal pareja rival se sitúa 2-0 mediada la segunda mitad y hunde de tal forma a los no-palmareños que Fidel les levanta el ánimo con un ‘tranquilos, que al final acabaré top manta’. Una frase que resulta todo un tiro en el pie, casi tanto como ese autogol villarrealense a saque de esquina que dejará el marcador final en 2-2, para alegría de David y de un ña que se equivoca gravemente en el segundo partido. Pedir a Fran que elija equipo es exponerse a que sufra el síndrome del ‘ande o no ande, equipo grande’, cuyos efectos son un sobradismo a la hora de jugar (también conocido como Efecto Brasil, ya que el primer caso registrado le ocurrió con esa selección) que deviene en una chuponeria para con el balón superior a la normal, y también una propensión a arriesgar en defensa más de la cuenta, algo que en la primera mitad le costará a su equipo dos perdidas de balón, suponiendo una de ellas el gol que al final conllevará la derrota franrubeniana. El tercer partido es una incitación al racismo porteril, ya que el Ajax resulta tener un guardameta negro, Vermeer, que se traga todo lo que le tiran (dos disparos) en los primeros 45 minutos. En otros días esto habría motivado (como si necesitara un motivo) una airada reacción contra todo lo negro por parte de David, pero en esta ocasión no solo no hace ningún comentario ofensivo, sino que tampoco sustituye a un guardameta que de hecho cuaja a una gran segunda parte, pero el daño ya está hecho y pese a la mejoría de la pareja manta ésta acabará cosechando un 0-2 que complica su golaverage. Aunque el que lo tiene complicado de verdad es el descompresor, un Fran recién bautizado por el señor Baños como ‘Maradona, el rey de las rayas’ (por su afición a rebasar líneas de banda), que se dedica a echar cuentas no solo antes del cuarto partido, sino incluso durante el mismo. Tal es el empanamiento que su hermano tiene que detener el encuentro y reconducirle, aunque no sirve de nada. El Celtic se adelanta en el marcador y pone a Fidel cerca de su primera derrota de la tarde. Sin embargo, en una despelotada acción, dos defensores castellonenses convierten un disparo rival poco peligroso en un despeje hacia atrás que se dirige irremisiblemente hacia su portería sin que ninguno llegue a evitar el tanto, confirmando que el submarino amarillo es experto en autogoles, y animando a unos hermanos que se acaban llevando la victoria con el gol de un Fran que se envalentona por su capacidad goleadora (‘llamadme pichici’) y recibe su merecida respuesta por parte del dueño del batmovil (‘te llamaremos matao’). Y aunque es cierto que el amante de los maleteros es último en la clasificación, resulta que las cuentas le dejan como único candidato a arrebatar la victoria a un Fidel que no es el único que hoy se traviste. Porque si el segundón se ha colocado hoy el disfraz de araña, ha dejado disponible el de guarro oficial para regocijo de un Rubén que afirma estar muy cómodo dentro de él, reconociendo cierto gustillo al dar patadas. Algo más que eso tendrán que hacer en cualquier caso él y su franciscana pareja en un quinto partido que no puede empezar peor y a la vez mejor para ellos. Y es que tras una primera parte en la que apenas se han enterado de nada, llegan al túnel de vestuarios con un 1-0 a favor que promete a poco que mejoren. El tema es que esa mejora en el juego acaba siendo contraproducente. Un gol davidiano a falta de quince minutos convierte el encuentro en uno de esos en que se palpa el nerviosismo de los jugadores, en unos de esos en que las ocasiones se suceden en ambas áreas, y en los que un jugador, llamemosle Fran, puede pasar de la gloria de luchar por la primera posición (ocasión en el minuto 92), a ver como un minuto después está tirándose al cesped como un cerdo para cazar a otro jugador (llamemosle David), al que ni las faltas pueden frenar, y que regala el gol de la victoria a su compañero. Un compañero, llamemosle Fidel, junto al que se desparramará por los suelos celebrando el tanto, y que no solo no ha cumplido su propia profecía de acabar top manta, sino que ha ganado el torneo a falta de un partido. El partido que une a un David que se conforma con un empate para ser segundo y recortar puntos en la clasificación del campeonato, y a un Fran cuya moral está donde hace unos momentos retozaba la pareja fideldavidiana, lease, en el suelo. David intenta animar a su compañero a que logre una victoria con la que endosaría el top manta a Rubén, pero levantar esa losa con la palabra perdedor que el hombre parece llevar enganchada a su espalda, le va a resultar más duro que asistir a uno de esos festivales de rock progresivo típicos del ña en los que la primera canción dura 35 minutos. Más tiempo de lo que duran las esperanzas de un unionense que se resigna a caer hasta las profundidades arrastrado por esa rémora que le agarra la pierna, y que aún intenta justificarse con que nadie ha marcado más goles que él, pese a que cierra la clasificación, igual que poco después cierra la puerta a un David que se tiene que ir, y que por tanto se pierde esa partida de Buzz donde los jugadores intentan nombrarse con las atletas del momento (Mamona, Lalova y Putalova), y esa cena en la terraza que cierra la jornada de la misma forma en que se inició, con una película hoy en día políticamente incorrecta (en la que se llama ‘pavas’ a las mujeres, o se le dice a un niño ‘enano cabrón, que te arranco los huevos’), y que además va como anillo al dedo a un Fidel que ha logrado vencer tras tres top manta consecutivos, ‘Este muerto está muy vivo’.