Highlights. La competición ñassera se
encuentra en una situación similar a la de una televisión con el piloto rojo, en stand-by a la espera de que algún culo se siente sobre el mando y la active. Y hay que hablar de culo porque es con esa parte del cuerpo con la que parece haberse diseñado un calendario que une a los cuatro ñass después de cinco semanas de abstinencia, y el día que hay un Barça-Getafe que en cualquier caso no quiere inmiscuirse en la competición. Porque si la llegada de Fidel coincide con el 1-0 culé, la de David se produce justo cuando ha caído el cuarto tanto, y para cuando aparece Rubén el partido está ya en el descanso y con 5-0. Un ña que ha tenido que superar toda una gymkana para dejar el coche. Chicas con la misma habilidad aparcando que el anfitrión poniendo mandos, el coche de David no dejándole el suficiente espacio como para meter el suyo, huecos robados por otros conductores, calles ocupadas que le obligan a aparcar casi en Espinardo... Algo que sorprendentemente no produce quemazón alguna en el top one, quizá porque sabe que esa puede ser la noche en que se vuelva a proclamar campeón 15 meses después. Son cuatro los puntos que lleva de ventaja sobre un David que no quiere conocer ese dato ni tener ningún tipo de información que le provoque presión. Inicialmente ambos harán pareja en un primer partido en el que sin hacer absolutamente nada, algo de lo que alardean ellos mismos, logran marcar al borde del descanso. Ese gol iniciará el descenso a los infiernos de un Fidel que justifica la pobre segunda mitad de su equipo abrazando la filosofía migueliana ('habéis ganado porque nuestro Luis Suarez tiene la flecha para abajo'), y que de nuevo repetirá fraternal pareja en el segundo partido. Esta vez el buen juego palmareño se extiende a los 90 minutos, pero el resultado vuelve a ser negativo, lo que lleva al segundón a sacar el hacha como lo había hecho Rubén en el partido anterior, encontrando de nuevo una filosofía que justifique sus actos ('si solo los puedo parar con faltas, pues a hacer faltas'). El intercambio de parejas llega en el tercer partido, y David sospecha (cómo no hacerlo vista la clasificación del torneo) que le ha caído la rémora con Fran. Pese a ello, y pese a que encender el portátil puede distraer aun más al anfitrión, el amor arácnido por la Real Sociedad le lleva a pedir, con toda la cautela para con un Fidel que se opone enérgicamente a la idea, el visionado del derby vasco. El segundón accede a regañadientes mientras demuestra que es su día de no dar pie con bola. Una tras una sus afirmaciones caen como Juan Gabriel en el escenario. Primero asegura que por yomvi se puede ver Cuatro, lo cual es incierto, luego duda de que por la web de Cuatro se pueda ver el fútbol, tal y como asegura su hermano. Después reconoce que sí, pero que la página no carga, y no ha terminado de decirlo cuando las imágenes ya se están moviendo. Y por último comienza a quejarse de que no se puede poner el partido a pantalla completa, aunque él mismo se corrige y sin decir nada se vuelve a ese sofá desde el que ha lanzado su lema vital unos minutos antes, 'aquí no hemos venido a ganar, hemos venido a cabrearnos'. Algo en lo que le ayudarán la pareja manta y Konami. Y es que el Rafa Márquez palmareño culpa a la compañía japonesa de que el balón sacado bajo palos por un defensa vaya justo a caer otra vez a los pies de un Fran que a la segunda marca. Es el inicio de una nueva derrota que deja a Fidel como único jugador sin equipo clasificado. Quizá por eso, y por el ansia de venganza de la pareja que suma el 86% de los campeonatos, no se para a cenar. Pero la pareja que acumula el 91% de los top manta está en estado de gracia. Un cabezazo de Fran (que entra a un kilómetro por hora según la queja fideliana) pone a David en una situación ideal en la primera mitad, pero no sabe que la segunda parte le deparará sorpresas. De repente Fran comienza a hacer cosas raras con el mando (mas raras de lo normal, se entiende), y es que parece que su palanca se ha estropeado, lo cual le lleva a estar más pendiente del pad que del televisor. El araña se pone más nervioso que Mateu Lahoz cuando le protestan porque teme que llegue uno de esos goles en el minuto 89 que califican a una pareja como manta. Y quién dice teme, dice 'lo tiene claro', porque es eso justo lo que ocurre, dando paso a una prorroga que nada cambiará. La duda es si en la tanda de penaltis pesará más la chunguez del mando franciscano o la del medidor de sapos, y es esta última la que se impone dejando a Fidel con un pleno de derrotas, y al señor Baños con un pleno de victorias, resultado que le da en ese momento el campeonato aunque él lo desconoce (tal y como ha pedido). Este desconocimiento de la situación le permite cenar tranquilamente sin estar haciendo cálculos en su cabeza, pudiéndose centrar en MasterChef de una forma tan intensa que sucumbe a prepararse, a lo Fran, una tostada de queso fresco y mermelada. Será su última cena, o mejor dicho su último bocado en una cena que dará paso a unas intensas semifinales. Tal y como dicta este formato que se despide para algarabía de casi todos, el líder David recibirá como pareja al colista Fidel, mientras que Rubén se unirá a un hombre que se califica como 'el que da campeonatos', no sin razón en este caso. En la primera semifinal Fran aporta dos goles (uno catalogado por Fidel como churro, y otro catalogado por todos), aunque el Márquez palmareño considera mucho más decisiva la ayuda de Konami en el gol que ha abierto el marcador, ese en el que un defensa mete en su portería el rechace del portero. Justo la misma acción que se repetirá en la segunda semifinal, y otra vez para desgracia de un Fidel del que los programadores japoneses parecen estar vengándose. Y estamos hablando nada menos que del partido que lo decidirá todo, ya que el vencedor será matemáticamente campeón, dato que David ya conoce. Está acabando la primer mitad y de nuevo los programadores de Konami nos deleitan alargando de tal forma la primera mitad que se pasa del 1-0 rubeniano en el minuto 42 al 1-2 y luego al 2-2, con dos goles ya en el descuento. Queda por delante una segunda parte en la que David tiene el cuello más agarrotado que el de Marino cuando le abrieron la puerta del baño, y que no verá ningún gol más, como tampoco ocurrirá nada en la prorroga. El campeonato se decidirá al filo de la medianoche y desde el punto fatídico. Una lotería que sonreirá a Rubén y le proclamará campeón del campeonato Pádel (quedando sin disputar el intrascendente partido final), y que dejará a David abandonando la sede sin ese título que tan cerca ha tenido, y aún más importante, sin la funda de sus....¡gafas!
Un ágape por todo lo alto