Highlights. La competición se encuentra en uno de esos parones que lleva a los nostálgicos a recordar que con DavidPro estas cosas no pasaban. Y es que desde que comenzó este invierno que está a punto de terminar, los vecinos de Fran solo han sufrido los alaridos ñasseros en tres ocasiones. Y además siempre en Martes, debido al veto a los jueves de David y su primo padelero. Veto que conlleva sacrificar el visionado del partido de Champions League si se quiere continuar con la competición, aunque al final el anfitrión, que curiosamente no demuestra ningún interés por el partido del Atlético, resuelve la papeleta con una segunda tele que será su perdición. Porque entre la variabilidad de criterio de los invitados, y algunos problemas con los cables de sonido, el hombre acabará cual pelota de ping pong pasando la señal del partido de un receptor a otro en repetidas ocasiones. Al final, el duelo televisivo ante el Leverkusen tira más que un campeonato del que nadie recuerda que su líder es David y su colista Fran con sus míseros 8 puntos. Un pobre bagaje que no acaba con su habitual optimismo, ya que el hombre asegura que esta noche va a jugar mejor, aunque sea porque peor no se puede hacer. Su debut será con un Valencia que logra que la palabra caloret sea trending topic ñassero durante unos minutos, pero que no parece capacitado para defender. Y es que nada menos que siete goles tiene un partido en el que los hermanos vencen marcando cuatro veces el mismo gol, pase en profundidad, pase de la muerte ante la salida del portero, y dentro. Con esto Fran logra, tras cinco torneos, meter un equipo propio en semifinales, justo lo que quiere hacer a continuación un Fidel que empieza recordando a los presentes que se le da mal elegir equipo, y que acaba pateando el mando ante el hecho de que los no palmareños se lleven todos los balones. La contundente goleada da paso a una cena en la que David cambia el sitio a Rubén y descubre con estupor que en ese lugar la recepción de comida es más rápida y abundante, pero supone ver el brazo franero en lugar de la tele cada vez que al hombre le da por picotear algo. El ágape sirve por tanto para confirmar que el mejor sitio es el de Fidel, por mucho que se empeñe en negarlo, y sirve también para conocer que el hermano del araña ha llegado a un 'pacto con su culo' en cuanto a reducción de productividad. Los que tienen que producir ahora son unos top manta que verán unidos sus destinos en los próximos dos partidos. El top 40 le dice a David que va a jugar un partido bueno, pero no sabe cual...y no parece que sea este teniendo en cuenta que a todos los jugadores, incluido el anfitrión, se les van los ojos hacia una retransmisión que va camino de la prorroga. A tal grado de embaucamiento llegan los cuatro que suena un silbato en el Pro y todos creen que es en la tele donde se ha pitado fuera de juego, así que sabiamente se deja en suspenso la Play para contemplar la penosa serie de penaltis ridículos, saltitos incluidos, que deja al Leverkusen en la calle, justo adonde irán, tras finalizar el partido del Benfica con la derrota mantiana, todos los ñass excepto un Fran que se queda en el salón para intentar demostrar que vive en la sede, intentos que se repetirán siete días mas tarde, cuando David y Rubén llamen a una puerta que abre Fidel. El segundón se sorprende por esta llegada conjunta, y aunque el araña comienza diciendo que vienen de darle al tema, acaba confesando que ha llegado a las nueve porque cuando llega antes le toca esperar solo mientras Fran sube a tender ropa para justificar que vive allí. Y es al oir estas palabras, y cual perro de Pavlov, que Fran aparece bajando las escaleras con un cesto de ropa ante el que el ña le dice que se puede dejar el paripé, que se creen su residencia, pero que no han venido a verle a hacer tareas del hogar. Esta impaciencia y ebullición sorprende en un top one que parece condenado a jugar con el anfitrión las semifinales, algo que se confirma después de calcular todas las combinaciones posibles. En cualquier caso primero hay que jugar el último partido de la primera fase, aquel en el que Fidel se juega quedarse sin equipos clasificados. El rival es una pareja top manta que resiste los primeros 45 minutos, pero por desgracia para ellos la primera parte va a tener 46. Un erroneo saque de banda franiano en el descuento desencadena una jugada en su contra en la que el portero salva un gol cantado, pero en la que Konami comete el penalti que supone el 0-1, algo que desencadena el cabreo de David para con su compañero. La segunda mitad es un clon de la primera con la pareja top marcando de nuevo en el descuento, lo cual deja a cada ña con un equipo en unas semifinales que serán polémicas. Según el criterio franciscano el mejor clasificado (Rubén) debe hacer pareja con el peor (Fran), pero según el fideliano el equipo del primer clasificado tiene que enfrentarse al equipo del peor. Dado que Rubén y Fran no pueden ir juntos y a la vez enfrentar a sus equipos, ambos criterios resultan tan incompatibles como lo son este formato de competición y la salud mental de los ñass. Finamente se opta por la primera opción, y por tanto el ña se la jugará llevando a su espalda al devorador de periódicos. La sorpresa será que, jugando a la contra, la pareja destrozará al equipo de David y enervará a un Fidel que no entiende que le goleen 'no haciendo nada'. La estupefacción se refleja en el hecho de que nadie se acuerde de parar a cenar, y se prefiera disputar la revancha con el Fenerbahce (o Ferencvaros, según el sabio de Hortaleza). La lluvia acompañará a los jugadores y perjudicará, según Fidel, al que acostumbra a chupar (su hermano). No será muy acertada su reflexión, ya que el principal perjudicado será su mando, y por extensión la tarima franciscana, cuando el segundón se queme y lo lance en parábola tras haber encajado un cabezazo tan inapelable como inmerecido obra de el ex-treintañero. A este sancionable gesto (si DavidPro levantara la cabeza...) acompaña una visita a la cocina para reflexionar sobre lo injusto de la vida, sin saber que a su vuelta aún le esperan dos nuevos puñaladas en forma de goles. El hecho de ver a su hermano como finalista cierra el estómago de Fidel de tal manera que el hombre no participa en la cena. Se queda en el sofá leyendo en crónicas pasadas como al anfitrión se le queman las tostadas, en lugar de presenciar, en vivo, como se le están volviendo a quemar. Entre tanto Rubén se pone en modo poeta, declamando grandes clásicos de la anatomía femenina, Fidel continúa reviviendo episodios pasados como el de la bandeja recogemierdas, y David demuestra ser un experto en el programa que acaba de empezar, 'Casados a primera vista' (o looking & fucking). Un reality que atrapa de tal manera a los cuatro que casi se olvidan de disputar la final. Es cierto que los puestos están decididos y que Rubén se va a marchar como nuevo lider, pero el araña se juega que su desventaja sea la menor posible. Paradójicamente para ello le convendría perder, pero algo del espíritu de DavidPro queda en él y ayuda como el que más a derrotar a los hermanos. Ayuda casi tanto como Konami, que pita una falta a un jugador al que han tirado al suelo, falta que será el germen del primer gol de los no-palmareños. Los hermanos consiguen empatar, pero su juego empeora por momentos de tal forma que empiezan a pensar en llegar a la prorroga. Hasta que, sorprendentemente, y al borde del final, disponen de un balón franco y sin portero que un defensa saca bajo los palos de tal forma que provoca que Fidel se travista de Monserrat Caballé, y entone probablemente el mayor grito que haya escuchado esa comunidad de vecinos y las adyacentes, lo cual no es poco teniendo en cuenta que el volumen medio de una jornada de ñasspro suele ser elevado. Afortunadamente, y pese a estar cerca de las doce de la noche, ningún policia hace acto de presencia y se puede disputar una prorroga cuya segunda mitad solo puede calificarse como trombada rubendavidiana. Trombada que sin embargo no evita unos penaltis en los que Fidel no marca una, hasta que descubre que el mando de su hermano no tiene activado el analógico. Lástima que el descubrimiento lo hace justo antes del quinto penalti, aquel que el ganador del torneo y nuevo lider, Ruben, convierte en el definitivo, y aquel que deja protestando a un Fran que no entiende que haya acertado la dirección y sin embargo su portero no se haya movido, desazón que le durará hasta que le expliquen, entre risas, que el encargado de pararlo era su hermano.
