Highlights. La disputa del campeonato que supondrá el retorno de la competición ñasera depende del estado de salud de un David cuyas vacaciones han sido un compendio de achaques, tal y como él mismo relata en el sofá franciscano una vez confirmado que sus condiciones dan como para hacer acto de presencia en la sede. Y es que el araña ha visto este mes de Agosto cómo quitarse un inocente pellejo del pie acababa generando una ampolla llena de sangre, cómo dormir con el ventilador encendido le provocaba una semana de toses constantes, cómo un rato de buceo le generaba una dolorosa otitis, y cómo un molesto mosquito era el desencadenante de un lumbago provocado por dejar al insecto encerrado en el dormitorio y pasar a dormir en el sofá. A su lado Rubén, que hace acto de presencia junto con Fidel, llega hecho una rosa. Únicamente con su estómago algo delicado, lo que recuerda a Fran la historia de un conocido suyo cuyo estómago siguió el eslogan de Pringles ('cuando haces pop ya no hay stop') un día que había salido a correr, historia que sirve a Fidel para bautizar a todos aquellos que salen a correr como 'unos flipados'. A continuación el segundón pasa a proponer al resto de ñass un sorteo con bolas calientes para evitar torneos tan descafeinados como el que está a punto de comenzar, pero el espíritu de DavidPro que aún habita en ellos (o más bien la desgana) hacen que ni se considere cambiar nada. Porque en esta competición lo único que se cambia son los mandos después de que Fran los haya colocado incorrectamente, aunque sorprendentemente el que arregla el desaguisado en esta ocasión es un Rubén que no quiere acabar tarde. Sin embargo el pad del anfitrión no está por la labor de comenzar y se vuelve loco pese a ser conectado y desconectado repetidas veces, momento que aprovecha el resto de ñass para criticar el inalambricismo de un mando que nunca les gustó, y para exigir la compra de uno como Dios manda, con un cable que enrollar en las tandas de penalti(le)s, y sin luces psicodélicas ni agua en su interior. Claro que comprar implica soltar dinero, lo que inicia un debate sobre el nivel de raterismo alcanzando por cada componente de este grupo ante cualquier desembolso común. En mitad del debate se alza un David que en ese momento está eligiendo equipo, para anunciar que está cansado de jugar con las mismas escuadras y con sus desactualizadas plantillas, y mostrándose dispuesto a pagar lo que sea (bueno, hasta 20 euros) si con ello dispone de un juego actualizado. Sorprendido por el cambio de actitud arácnido, Fran hasta se atreve a proponer pasar al FIFA, aunque de nuevo el espíritu de DavidPro hace acto de presencia introduciéndose en el cuerpo de Fidel para que aborte la idea ('¡no!, nosotros somos gente de pro') y haga una propuesta muy DavidPro, nada menos que traer un ordenador con el que jugar ¡al Pro 5!. A todo esto el amante de los maleteros no ha solucionado su problema con el pad, por lo que no le va a quedar otra que jugar con la cruceta (extrañamente nadie hace rima) haciendo pareja con un David cuya esplendidez monetaria tiene una explicación, está enfermo. Él mismo se encargará todo la noche de repetir su enfermedad después de cada tos (o cuando le venga en gana). El 'dengue, dengue' será un mantra que se escuchará durante toda la velada acompañado de un rítmico movimiento de cabeza. No es de extrañar por tanto el nerviosismo rubeninano cuando se encuentra perdiendo en el primer encuentro ante la pareja formada por el hombre enfermo al que también le tiembla el dedo, y un anfitrión que pese a utilizar un mando lisiado le ha igualado en el campeonato, más aún cuando hablamos de la pareja que acumula el 90% de los top manta. Sin embargo Fidel le recomienda tranquilidad al ña porque sabe lo que llegará en la segunda parte, la habitual debacle topmantiana cuyos ingredientes serán un penalti cometido por el portero y otra calamitosa acción del guardameta. Al menos Fran se lleva la alegría de que tras intentar cambiar, de forma infructuosa, el mando luminoso por otro antiguo el problema con su pad se soluciona, aunque no le servirá de mucho en un segundo encuentro que además de repetir equipos repetirá ingredientes. Otro penalti cometido por el portero, otra actuación penosa del guardameta (que introduce en su portería un balón que se le escurre tras haber botado sobre la línea), y una nueva derrota davidfraniana cuya única variación con respecto a la anterior es la ambientación musical del DJ residente. Y si estribillos como 'quién es ese hombre' o 'boys, boys, boys' no han conseguido estimular en el sentido futbolístico (aunque sí en otros) a David, difícil parece que el terrorismo musical vaya a surtir efecto en un tercer partido que enfrentará a equipos griegos. Aún así el araña sigue exigiendo temas que le motiven y Fran saca todo su arsenal musical para desgracia de un Rubén al que empiezan a afectarle las interminables canciones, las repetidas toses, las risas, y los 'dengue, dengue' davidianos. El ña es el primero en reconocer que no están jugando bien, así que no parece lo mejor para sus intereses desperdiciar el esperado penalti que comete el portero topmanitano. Sin embargo Fidel lo estrella en el poste y el rechace le cae a él mismo, inédita jugada que Konami y sus programadores resuelven no indicando falta como debería ser, sino...¡inmovilizando al muñeco!. Este fallo (el del penalti, no el de Konami) es una oportunidad que se abre para David y un Fran que, a falta de dos minutos, da la primera victoria a la pareja y un poco de emoción a la velada... pero es hora de cenar. Y nada menos que 16 chorizos (muy) picantones amenazan los estómagos de los ñass y por tanto los WC de la sede, aunque en previsión de que al día siguiente se pueda declarar una guerra nuclear en sus lugares de trabajo, tanto Fidel como Rubén, que no están de vacaciones, se limitan a degustar dos unidades por cabeza, todo ello mientras conversan sobre recurrentes situaciones como la del contenedor y la bolsa de plástico que se rompió, la del parking, o la nueva del caganet corredor amigo de un Fran que ha tentado a la suerte devorando nada menos que cuatro unidades choriceras en esa cena que ya ha terminado, y que da paso al cuarto partido. Un duelo de máxima igualdad que llega hasta una prorroga en la que David y Fran muestran sus vergüenzas, la del primero regalar goles como el que supone el 2-1, y la del segundo ser incapaz de dar el último pase al compañero. Y a veces ni el primero, como ocurre en un descafeinado quinto partido en el que su grado de chuponería se eleva. Aún así segundón y espinardense no logran marcar en 120 minutos y acaban metidos en una extensa tanda de penaltis cuyo final está a la altura. Fidel, que tiene que anotar si no quiere perder el partido, da orden a su muñeco para que inicie su carrera y dirija su disparo, todo ello mientras su hermano hace lo propio con el portero. Y es justo cuando el anfitrión ha indicado hacia donde debe lanzarse el guardameta, y pulsado el botón que... jugador, portero, y balón, quedan paralizados porque resulta que el hombre lo que ha pulsado es ¡el SELECT!. Afortunadamente, que tras reanudarse el juego el balón vaya a las nubes no tiene importancia, y es que pese a la derrota, Fidel hace tiempo que se ha asegurado llevarse a casa su séptimo campeonato, aunque quizá también una infección por dengue al compartir ascensor con un David que ahora se queda solo como el rey de los top manta.
martes, 26 de agosto de 2014
Highlights. La disputa del campeonato que supondrá el retorno de la competición ñasera depende del estado de salud de un David cuyas vacaciones han sido un compendio de achaques, tal y como él mismo relata en el sofá franciscano una vez confirmado que sus condiciones dan como para hacer acto de presencia en la sede. Y es que el araña ha visto este mes de Agosto cómo quitarse un inocente pellejo del pie acababa generando una ampolla llena de sangre, cómo dormir con el ventilador encendido le provocaba una semana de toses constantes, cómo un rato de buceo le generaba una dolorosa otitis, y cómo un molesto mosquito era el desencadenante de un lumbago provocado por dejar al insecto encerrado en el dormitorio y pasar a dormir en el sofá. A su lado Rubén, que hace acto de presencia junto con Fidel, llega hecho una rosa. Únicamente con su estómago algo delicado, lo que recuerda a Fran la historia de un conocido suyo cuyo estómago siguió el eslogan de Pringles ('cuando haces pop ya no hay stop') un día que había salido a correr, historia que sirve a Fidel para bautizar a todos aquellos que salen a correr como 'unos flipados'. A continuación el segundón pasa a proponer al resto de ñass un sorteo con bolas calientes para evitar torneos tan descafeinados como el que está a punto de comenzar, pero el espíritu de DavidPro que aún habita en ellos (o más bien la desgana) hacen que ni se considere cambiar nada. Porque en esta competición lo único que se cambia son los mandos después de que Fran los haya colocado incorrectamente, aunque sorprendentemente el que arregla el desaguisado en esta ocasión es un Rubén que no quiere acabar tarde. Sin embargo el pad del anfitrión no está por la labor de comenzar y se vuelve loco pese a ser conectado y desconectado repetidas veces, momento que aprovecha el resto de ñass para criticar el inalambricismo de un mando que nunca les gustó, y para exigir la compra de uno como Dios manda, con un cable que enrollar en las tandas de penalti(le)s, y sin luces psicodélicas ni agua en su interior. Claro que comprar implica soltar dinero, lo que inicia un debate sobre el nivel de raterismo alcanzando por cada componente de este grupo ante cualquier desembolso común. En mitad del debate se alza un David que en ese momento está eligiendo equipo, para anunciar que está cansado de jugar con las mismas escuadras y con sus desactualizadas plantillas, y mostrándose dispuesto a pagar lo que sea (bueno, hasta 20 euros) si con ello dispone de un juego actualizado. Sorprendido por el cambio de actitud arácnido, Fran hasta se atreve a proponer pasar al FIFA, aunque de nuevo el espíritu de DavidPro hace acto de presencia introduciéndose en el cuerpo de Fidel para que aborte la idea ('¡no!, nosotros somos gente de pro') y haga una propuesta muy DavidPro, nada menos que traer un ordenador con el que jugar ¡al Pro 5!. A todo esto el amante de los maleteros no ha solucionado su problema con el pad, por lo que no le va a quedar otra que jugar con la cruceta (extrañamente nadie hace rima) haciendo pareja con un David cuya esplendidez monetaria tiene una explicación, está enfermo. Él mismo se encargará todo la noche de repetir su enfermedad después de cada tos (o cuando le venga en gana). El 'dengue, dengue' será un mantra que se escuchará durante toda la velada acompañado de un rítmico movimiento de cabeza. No es de extrañar por tanto el nerviosismo rubeninano cuando se encuentra perdiendo en el primer encuentro ante la pareja formada por el hombre enfermo al que también le tiembla el dedo, y un anfitrión que pese a utilizar un mando lisiado le ha igualado en el campeonato, más aún cuando hablamos de la pareja que acumula el 90% de los top manta. Sin embargo Fidel le recomienda tranquilidad al ña porque sabe lo que llegará en la segunda parte, la habitual debacle topmantiana cuyos ingredientes serán un penalti cometido por el portero y otra calamitosa acción del guardameta. Al menos Fran se lleva la alegría de que tras intentar cambiar, de forma infructuosa, el mando luminoso por otro antiguo el problema con su pad se soluciona, aunque no le servirá de mucho en un segundo encuentro que además de repetir equipos repetirá ingredientes. Otro penalti cometido por el portero, otra actuación penosa del guardameta (que introduce en su portería un balón que se le escurre tras haber botado sobre la línea), y una nueva derrota davidfraniana cuya única variación con respecto a la anterior es la ambientación musical del DJ residente. Y si estribillos como 'quién es ese hombre' o 'boys, boys, boys' no han conseguido estimular en el sentido futbolístico (aunque sí en otros) a David, difícil parece que el terrorismo musical vaya a surtir efecto en un tercer partido que enfrentará a equipos griegos. Aún así el araña sigue exigiendo temas que le motiven y Fran saca todo su arsenal musical para desgracia de un Rubén al que empiezan a afectarle las interminables canciones, las repetidas toses, las risas, y los 'dengue, dengue' davidianos. El ña es el primero en reconocer que no están jugando bien, así que no parece lo mejor para sus intereses desperdiciar el esperado penalti que comete el portero topmanitano. Sin embargo Fidel lo estrella en el poste y el rechace le cae a él mismo, inédita jugada que Konami y sus programadores resuelven no indicando falta como debería ser, sino...¡inmovilizando al muñeco!. Este fallo (el del penalti, no el de Konami) es una oportunidad que se abre para David y un Fran que, a falta de dos minutos, da la primera victoria a la pareja y un poco de emoción a la velada... pero es hora de cenar. Y nada menos que 16 chorizos (muy) picantones amenazan los estómagos de los ñass y por tanto los WC de la sede, aunque en previsión de que al día siguiente se pueda declarar una guerra nuclear en sus lugares de trabajo, tanto Fidel como Rubén, que no están de vacaciones, se limitan a degustar dos unidades por cabeza, todo ello mientras conversan sobre recurrentes situaciones como la del contenedor y la bolsa de plástico que se rompió, la del parking, o la nueva del caganet corredor amigo de un Fran que ha tentado a la suerte devorando nada menos que cuatro unidades choriceras en esa cena que ya ha terminado, y que da paso al cuarto partido. Un duelo de máxima igualdad que llega hasta una prorroga en la que David y Fran muestran sus vergüenzas, la del primero regalar goles como el que supone el 2-1, y la del segundo ser incapaz de dar el último pase al compañero. Y a veces ni el primero, como ocurre en un descafeinado quinto partido en el que su grado de chuponería se eleva. Aún así segundón y espinardense no logran marcar en 120 minutos y acaban metidos en una extensa tanda de penaltis cuyo final está a la altura. Fidel, que tiene que anotar si no quiere perder el partido, da orden a su muñeco para que inicie su carrera y dirija su disparo, todo ello mientras su hermano hace lo propio con el portero. Y es justo cuando el anfitrión ha indicado hacia donde debe lanzarse el guardameta, y pulsado el botón que... jugador, portero, y balón, quedan paralizados porque resulta que el hombre lo que ha pulsado es ¡el SELECT!. Afortunadamente, que tras reanudarse el juego el balón vaya a las nubes no tiene importancia, y es que pese a la derrota, Fidel hace tiempo que se ha asegurado llevarse a casa su séptimo campeonato, aunque quizá también una infección por dengue al compartir ascensor con un David que ahora se queda solo como el rey de los top manta.
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