Highlights. Unos sincronizados Rubén y David hacen su entrada a la casa de los Martínez al alimón y, mientras conversan intentando encontrar un patrón que determine el grado de obesidad de la compañera padelera del araña, notan en sus cogotes una corriente de aire fresco a la que no están acostumbrados. Y es que Fran, visto que las aportaciones monetarias de los componentes de ñasspro en los últimos años no dan ni como para comprar un mando, ha desistido finalmente en su idea de que sea la organización la que le aclimate la sede y, tras años de huevos sudados, se ha decidido a comprar por su cuenta un aire acondicionado. El problema es que la temperatura que ha seleccionado para la sala es demasiada baja para Fidel y David, que no quieren jugar en un iglú, y dado que el habitualmente caluroso Rubén guarda silencio, no le queda otra al anfitrión que acceder y subir algún grado una temperatura que aún se incrementará un poco más en el primer partido, con ese penalti inventado por Konami que Fidel protesta energicamente como si quisiera fomentar una nueva edición del campeonato Konamiato. A pesar de todo, la pareja fraternal engancha dos buenos contraataques y logra una remonatada que Fran parece mandar al garete cometiendo un absurdo penalti. Por suerte para él, su hermano reconduce su quemazón en una concentración que le lleva a detener el lanzamiento para hacer bueno el 1-2 final. Las acusaciones rubendavidianas ('no habéis hecho nada para ganar') se volverán en su contra y se convertirán en el leitmotiv del segundo encuentro, y es que los hermanos consiguen sus dos primeros goles ¡sin tirar a puerta! Y es que ni el primero (entrando con el balón en la portería) ni el segundo (en propia puerta pese a las peticiones franeras), contabilizarán en las 'fiables' estadísticas konamieras. Vista la debacle hacia la que parece derivar una velada a la que Rubén había llegado en plan ganador ('no sé con quién voy pero vengo en plan ganador'), y que ya alcanza dos derrotas jugando 'regular', el ña vuelve a dejar en el aire una nueva frase que pasará al acervo ñassero: '¿es que os creéis que no vamos a ganar...algún partido?', lo que lleva a un sensato David a solicitar parar a cenar. Pero la solicitud se deniega dado que aún no se ha alcanzado el ecuador del torneo, por lo que el top one tendrá que seguir sufriendo el sobradismo de un guarro Fran que pese a haber aportado unas cuantas faltas y tarjetas, pero aún ni un solo gol, amenaza con 'romper a marcar' en cualquier momento. Lo peor es que lo hace y por partida doble con un potentísimo Man. United, logrando una goleada que iguala en la clasificación al amante de los maleteros con el espinardense, ante la risa floja de un Fidel que viendo su sideral ventaja y el estado de sus rivales, se dedica a descojonarse llamando continuamente Goonie a Rooney. La situación térmica en esos momentos es la siguiente: Rubén quemado (con su resultado y con el anfitrión), Fran acalorado (y pensando que para lo que le está sirviendo el aire, mejor se hubiera comprado un pai-pai) y entre ambos Fidel que, pese a ser del frente anti-Antartida, descubre para su sorpresa que está sudando a lo Camacho, lo que deriva la conversación hacia el habitual '¿cuando os habéis duchado'?. David es ajeno a todo esto porque ya se ha puesto en pie y se encuentra haciendo extrañas y sugerentes posturitas en los marcos de las puertas, de tal forma que alguno se lo imagina con una pastilla de jabón en el bolsillo o en el parking del Eroski. Más aún cuando Fran dice que para la cena va a sacar el chorizo, y el araña no duda en responderle con segundas. El resto de la cena transcurre de forma habitual, con el ña descubriendo que ya que no quedan más Mahou con las que hacer el cambiazo por Steinburg, y el mermeladero Fran proponiendo una edición española del programa SuperTacaños, que obviamente sería retraducida como SuperRatas, y para la que el resto de ñass sin dudar proponen a Alfredo. Pero el ágape acaba y es hora de continuar y de comprobar si el efecto cena más el efecto perdedor del Arsenal son suficiente para Rubén y para un David que sigue inmerso en el tema sexual, equiparando la dificultad de la pareja rubendavidiana a la hora de meter el balón entre los tres palos con...otras dificultades analogas que, por si no han quedado claras, el unionense repite hasta en tres ocasiones. Pero por mucho que lo intentan no hay manera, los hermanos van ganando 0-1 y la segunda parte discurre con un silencio sepulcral que ni siquiera es interrumpido ya por la enésima iteración de la teoría pichera de David. Hasta que en el minuto 89:55, Rubén consigue el milagro con un gol que da paso a una prorroga que se revelará inutil. Y es que todo se va a dilucidar en una tanda en la que Fran falla por dos veces y deja una misión imposible a su hermano. Así que al fin Rubén respira tras ver cumplida su premonición, pero no un David que necesita una victoria si no quiere quedarse muy solo en el top manta. Y lo consigue porque por una vez, y con el Chelsea, la puntería y los postes se ponen de cara para esa pareja que pese a abandonar la sede como perdedores, han maquillado a la Nancy y se marchan mucho más contentos que un Fran que pese a quedarse cerca del ña, va a tener que continuar mirando hacia abajo (siete puntos sobre el top manta), al contrario que un estratosférico Fidel que, por mucho que mire debajo, no ve a nadie salvo que use un telescopio.
