RUBÉN
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FIDEL
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DAVID
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FRAN
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jueves, 10 de octubre de 2013


Higlights. Por una vez la puntualidad se convierte en noticia positiva. Ningún asistente se presenta en la sede franciscana con un retraso excesivo, y apenas pasan quince minutos de las ocho cuando llega el último participante, un Rubén que, quizá sorprendido porque ya estén todos allí, afirma que "no podéis llevar mucho tiempo esperándome, porque acabo de ver a Fidel aparcando...", lo cual no deja de ser improbable cuando el hombre ha llegado andando a la casa de su hermano. En cualquier caso esta paradoja deja de ser centro de atención en cuanto aparece una paradoja mayor en la tele. 'Quién quiere casarse por mi hijo' embauca de tal manera a los ocupantes del sofá que durante unos minutos amenaza con retrasar, una semana más, el comienzo de la acción. Pero el ansia de mando es más fuerte y, tras el innecesario sorteo (se repiten los mismos emparejamientos de la semana anterior), comienza un Villarreal-Sporting que, vistos los primeros diez minutos arrolladores de los amarillos, parece desequilibrado en favor de David y de un Rubén que ha afirmado llegar en plan ganador. Plan que estropean unos rocosos gijoneses que acaban subiéndose a las barbas de tal forma que en la segunda parte amenazan con llevarse el partido, ante lo cual el top one lanza su arma secreta, un estornudo-eructo que rompe la concentración de unos Fernández que, entre risas, acaban dando por bueno el empate final. El segundo partido es un claro síntoma de que el nivel general se ha igualado por lo bajo, ya que la pareja David-Fran es capaz de mantener el empate a cero pese a recibir una injusta expulsión en la primera mitad. Pero también es el ejemplo de que la etiqueta de top manta es dificil de despegar, y es que en el 90, y ya jugando con nueve, los perdedores acaban encajando un gol que acaba siendo el más celebrado de la noche. Un deprimido David acepta jugar el tercer encuentro con el Milan porque le han dicho que podrá llevar a Balotelli, y aunque luego es M-E-T-I-R-A no se enfada, ya que el que está es un Ibra que parece que va a dominar el Bayern Munich - Milán. Pero es un Tymoschuk al que Fidel ha despreciado tras hacer un jugadon que acaba en el palo ("habría sido lamentable que Tymoschuk nos hubiera marcado") el que protagoniza una remontada bávara que parece definitiva (3-1). Hasta que el araña y el segundón salen de su depresión y logran que Rubén y Fran acaben ganando por la mínima y pidiendo la hora. Y la hora es de preparar una cena para la que Fidel, desde el sofá, no aporta nada más que una frase que repite como un mantra, "oye, que yo he traído la pizza". Es tras llenar los estómagos cuando David hace cuentas y empieza a ver en su futuro una manta que se va acercando. Le toca jugar contra un Villarreal muy superior a su Sporting, tal y como comienzan demostrando los hermanos durante los primeros minutos. Pero al final los "huevos cuadrados" de los gijoneses hacen que se repita la sorpresa de la primera vuelta pero aumentada. Porque un gol en cada una de las partes les da no sólo la victoria, sino además una buena diferencia de goles que para el "pitoniso" Fran "no va valer para nada". Sólo cuatro partidos se han disputado y las cuentas están claras, el Ñass sólo necesita un punto para ser campeón, y el único que puede destronarle es el jugador que durante toda la noche ha sido top manta, un David que no confía para nada en la hazaña, y que se sigue conformando con no quedar último. Una pena su falta de ambición, porque pese a su mal inicio con el Espanyol, la pareja topmantiana consigue empatar y tiene una clara ocasión para vencer que David no aprovecha. Pero aún así está contento porque una vez echadas las cuentas, y gracias a la diferencia de goles, con un empate en la última jornada le es suficiente para ser segundo, un resultado que a Fran, por su menor número de tarjetas respecto a su hermano, también le vale para esquivar el top manta, mientras que a Rubén, ya campeón, también le va bien ese empate que dejaría colista a Fidel. Así que el rey de las tarjetas se queda sólo reclamando a DavidPro que vele por la deportividad (y ya de paso que cambie el sistema de desempate) ante la posibilidad de un tongo en toda regla que le deje top manta. En el aire queda la duda de esa ocasión de David para romper el 1-1 que el hombre envía a las nubes, pero por poco tiempo. El efecto amnésico-hipnótico de sintonizar de nuevo QQCCMH hace que todo lo anterior se olvide, y que el tema de conversación pase a ser la vida de esos personajes tan lamentables que, comparados con ellos, los cuatro hombres adultos que gritan, ríen y gimen con un mando en la mano hasta resultan normales.

2 comentarios :

Fidel dijo...

Las tarjetas es el criterio de desempate más malo, en to lo que he visto de criterios de desempate, este criterio de desempate.

fran dijo...

Es el comentario más malo, en todo lo que he visto de comentarios, este comentario.